A mano y en un gesto ya de “desesperación”, el inspector médico que destapó el escándalo de las clínicas IDental, Carlos Yáñez-Barnuevo, formuló el pasado 23 de mayo una denuncia en la Fiscalía de Sevilla por presuntos delitos de “acoso laboral, actitud prevaricadora y daños a mi salud”, tal y como consta en el escrito al que ha tenido acceso este periódico.
Sobre este funcionario pesan en estos momentos dos expedientes disciplinarios en curso. En el primero de ellos, que acumula más de un año de tramitación, el funcionario se enfrenta a una sanción muy grave, ya que pesan sobre él tres años de suspensión de funciones.
En relación al segundo de los expedientes, la instructora ha denegado las pruebas solicitadas por el inspector médico, que ha presentado alegaciones reclamando que se suspenda el procedimiento disciplinario “hasta que se produzca el alta médica o mejoría de la patología” que sufre el funcionario desde que estalló este asunto. De no atenderse esta petición, el abogado del Yáñez-Barnuevo entiende que se estaría situando al interesado en “posición de indefensión material por enfermedad grave”. Carlos Yáñez-Barnuevo lleva dos años recibiendo diversa medicación para tratar su cuadro depresivo y de ansiedad.
El tribunal médico del Instituto Nacional de la Seguridad Social ha prorrogado seis meses más su baja.