El Niño de Elche se acercó a la redacción de Viva Sevilla para presentarnos su último disco de estudio, Colombiana, un trabajo en el que está presente lo latino y los cantes de ida y vuelta.
Eblis Álvarez, alma mater del proyecto renovador del folclore sudamericano Meridian Brothers, ha colaborado activamente en este nuevo trabajo discográfico que presenta El Niño de Elche.
Nuevo disco en el mercado. ¿En qué consiste este nuevo trabajo?
–Tiene una línea endogámica, en el sentido del flamenco. En el contexto artístico musical que me muevo me interesa dar una visión de lo que supone lo latino, tan en boga en estos tiempos. La colombiana es el cante más representativo dentro de los cantes de ida y vuelta. Como suele suceder, lo más representativo es lo que te ayuda a desmitificar.
¿Cómo nació ‘Colombiana’? ¿Qué le llevó a realizar este proyecto?
–Pues hace ya cuatro o cinco años ya tenía esta idea. En un festival me encontré con el grupo de folclore suramericano Meridian Brothers y entendí que Eblis Álvarez, su líder, era la persona idónea para afrontar un trabajo así.
¿Estamos ante una nueva muestra de su flamenco heterodoxo?
–Es una oportunidad para mostrar lo heterodoxo que es el flamenco, no tanto yo, sino el flamenco en sí. El flamenco ofrece mucho, si eres capaz de encontrar las claves. Esto supone trabajo y estudio, pero también superar traumas.
¿Me puede decir que es el “tropicalismo caníbal”?
–(Risas)… El mundo de las etiquetas es muy tendencial, en el momento en que son se sabe bien cómo definir algo. Cuando saqué el primer single hablaban de lo selvático. Yo sé que es lo selvático, en un sentido naturalista. ¿Qué es la música exótica? Creo que el tropicalismo caníbal va en la línea de esta banda, Meridian Brothers. Se asocia con el disco que hemos hecho, pero no es más que una etiqueta.
¿Qué mensaje enviaría a los sevillanos aficionados al flamenco, y a la música, para que escuchen su nuevo disco?
–Es imprescindible que se acerquen a él sin prejuicios. El ejercicio más empático que se puede hacer es escucharlo sin esos prejuicios, aunque también es peligroso. Escuchar algo con prejuicios es como hacer una tesis con las ideas ya pactadas y sin dejarte sorprender por lo que el estudio te aporta. Muchas veces lo importante de los discos no es el disco en sí, sino lo que se genera a partir de ese disco. Yo les pediría que lo escuchasen y, después de esas escuchas, emitieran su juicio.
