Haciéndose valer de su derecho a la última palabra, De Santos afirmó que se siente “con la conciencia tranquila”: “Yo sé que mienten”, manifestó.
El ex concejal del Partido Popular resaltó que los psicólogos forenses no detectaron secuelas aparentes en los menores cuando les entrevistaron y agregó que sus propios hijos “sí tienen secuelas” por el enjuiciamiento de su padre.
De hecho, explicó que esta es la razón por la que su mujer no ha testificado finalmente durante el juicio, que quedó ayer visto para sentencia por la Sección Segunda Audiencia Provincial de Palma y en el que el fiscal pide 24 años de cárcel para el acusado, tras rebajar en tres meses la petición de pena inicial.
De Santos defendió su inocencia argumentando que le parece “impensable”, como padre, abusar de un chico delante de sus hijos, tal y como ha relatado uno de los menores.
“Mis hijos me adoran, ¿usted cree que un padre es capaz de penetrar delante de su hijo o de realizar una felación?”, afirmó ante los jueces.
El ex concejal de Palma indicó asimismo que no sabe por qué los menores han mentido: “He estado obsesionado en busca de un por qué y esto, psicológicamente, era peor que (perder) mi libertad”, dijo.
Sin embargo, más adelante hizo referencia a posibles “presiones” a la familia de los niños como razón de la denuncia y a una conspiración contra él, que ha apoyado en que en el último año un detective privado le ha venido siguiendo.
Por último, De Santos mostró su “afecto” a la familia de las víctimas y planteó a la sala las “secuelas” que podrán desarrollar los menores si finalmente se le condena, al saber los niños que “sus acusaciones no son ciertas”.
