Tras el distanciamiento de los últimos años entre el Ejecutivo y la administración de George Bush, el Gobierno está convencido de que Obama “encarna el cambio” y confía en asentar las bases de una nueva relación estratégica entre España y Estados Unidos.
Zapatero, que mantuvo un primer encuentro con Obama el pasado mes de abril en Praga, volará hoy a Washington y dormirá en la Blair House, la residencia que ofrece el presidente estadounidense a los mandatarios extranjeros que visitan el país.
El martes entrará en el despacho oval y será en ese marco donde informará a Obama de los presos de la base de Guantánamo –no más de tres– que España está dispuesta a acoger, un gesto simbólico de apoyo a la nueva política antiterrorista de EEUU, han destacado fuentes del Ejecutivo.
Al margen de esta cuestión, la reunión cuenta con una ambiciosa agenda: desde Afganistán, Oriente Medio y América Latina, a la crisis económica internacional, la lucha contra el cambio climático o el desarme nuclear.
Tras la entrevista bilateral, está previsto un almuerzo entre delegaciones de ambos países y, sin perder tiempo, Zapatero y el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, emprenderán vuelo destino a Siria.
Damasco será la primer escala de su gira por Oriente Medio, con la que el Ejecutivo quiere tomar el pulso al estado de las relaciones entre los países árabes y a las expectativas del proceso de paz entre israelíes y palestinos.
Además de avalar el papel de Siria en las negociaciones de paz, Moncloa buscará dar un impulso a las relaciones bilaterales.
Zapatero mantendrá un encuentro con el presidente, Bachar al Asad, y aprovechará su visita al país para pronunciar en la Universidad de Damasco una conferencia que ha titulado “España, Siria y el mundo árabe: nuevas ideas y nuevas alianzas”.
La siguiente etapa será Israel, donde se sumará a la delegación la ministra de Ciencia y Tecnología, Cristina Garmendia, con el objetivo de firmar un acuerdo de cooperación científica con un país pionero en las nuevas tecnologías. Israel aspira a institucionalizar las relaciones bilaterales y en Moncloa hay interés en establecer contactos periódicos al máximo nivel, pero se descarta celebrar cumbres como las que España mantiene con sus principales socios exteriores.
Zapatero se entrevistará en Jerusalén con el presidente israelí, Simon Peres, y con el primer ministro, Benjamin Netanyahu y, en ese mismo día, se desplazará a la ciudad cisjordana de Ramala para reunirse con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmad Abas.
En la primera visita de un presidente del Gobierno español a los territorios palestinos desde 1999, Zapatero ratificará su apoyo a los proyectos de cooperación financiados por España en la región y respaldará el proceso de reconciliación palestino.
En esta ocasión, su periplo concluirá el viernes en Líbano, con una visita a las tropas españolas desplegadas en el marco de la FINUL, la misión de paz de Naciones Unidas.