La Policía Nacional ha detenido en Motril, en la costa de Granada, a dos varones de 23 y 33 años y origen senegalés como presuntos responsables de la introducción ilegal en España de 56 migrantes de origen subsahariano que llegaron en una embarcación tipo neumática.
Los detenidos habrían patroneado desde la costa de Marruecos hasta el lugar donde fueron rescatados por Salvamento Marítimo en el mar de Alborán, según informa la Policía Nacional en una nota de prensa.
El pasado día 22 de octubre, se produjo la interceptación de la embarcación neumática en el mar de Alborán por parte de Salvamento Marítimo, siendo sus ocupantes 58 inmigrantes de origen subsahariano que fueron trasladados al Puerto de Motril.
Habida cuenta de que junto con estas personas viajan otras que forman parte de organizaciones criminales dedicadas al tráfico de seres humanos mediante la inmigración ilegal, es por lo que agentes especializados en la materia pertenecientes a la Unidad contra las Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Granada iniciaron investigaciones.
Una vez a salvo y tras recibir la asistencia necesaria, se realizaron los trámites administrativos recogidos en la Ley de Extranjería para los inmigrantes irregulares llegados en patera. Posteriormente los agentes, en colaboración con el servicio de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex), llevaron a cabo entrevistas a los integrantes de la patera que permitieron identificar a los dos ciudadanos senegaleses como responsables de los sistemas de orientación y navegación de la embarcación.
Como resultado de estas gestiones, los agentes pudieron determinar que estas dos personas en concreto se habrían venido "turnando durante la travesía por el Mediterráneo realizando ambos labores de tripulación y manejo de instrumentos de orientación desde costas marroquíes próximas a Melilla".
Los 56 inmigrantes subsaharianos, originarios de Mali, Sierra Leona, Senegal, Guinea Conakry Costa de Marfil, habrían subido a la embarcación neumática tras permanecer "escondidos durante varios días en cuevas, una vez que arribaron a la zona costera de Marruecos para ser trasladados posteriormente a la patera instantes antes de zarpar. Previamente habrían abonado a integrantes de estas mafias 30.000 dirhams por persona como pago por el viaje en el Estrecho".
El trabajo de estos policías suele verse entorpecido por el hecho de que los patrones sueles impartir instrucciones entre los ocupantes de la patera, llegando a amenazarlos de muerte si alguno denuncia los hechos a las autoridades policiales españolas. Los detenidos han sido puestos a disposición de la autoridad judicial acusados de un delito de favorecimiento de la inmigración ilegal.
