Los Mossos d'Esquadra han desmantelado una organización criminal por presuntamente haber estafado más de 730.000 euros a entidades bancarias con un entramado societario fraudulento, con el arresto de cinco personas.
La investigación se inició a finales de 2018 cuando afloró la actividad de una sofisticada trama dedicada a las estafas, en una tipología que requería de grandes conocimientos en el ámbito financiero, ha informado este viernes la policía catalana.
Los apoderados de dos oficinas de una misma entidad bancaria detectaron, coincidentes en el tiempo, que eran víctimas de una estafa.
Las denuncias señalaban que un grupo de personas habían abierto, a nombre de empresas, cuentas bancarias en sus oficinas que luego habían usado para estafar a las entidades mediante el giro fraudulento de recibos, a través de la simulación de una actividad comercial inexistente, y a los pocos días, se sumó una tercera denuncia de otra entidad bancaria.
TRES MODOS DE ESTAFA
La organización llevaba a cabo tres modalidades de estafa, en la que la principal era la puesta en marcha de un sistema que usaba una red de sociedades pantalla con la apertura de diversas cuentas corriente a nombre de éstas.
Utilizaba una red de testaferros para que abriesen una serie de cuenta desde donde simulaba una actividad comercial con una serie de empresas, también controladas por el grupo, donde giraban una serie de recibos.
En este sentido, la ley establece en ocho semanas para el titular de la cuenta de donde salen los fondos para reclamar la devolución de recibos y, justamente, aprovechaban esta situación para retirar el dinero, ya fuera en efectivo o a través de transferencias.
La mecánica consistía en girar recibos a cuentas de la empresa desde una de la sociedad pantalla, que a su vez eran transferidos a otras cuentas, momento en el que retiraban el dinero y desde la cuenta donde habían girado los recibos se reclamaba la devolución.
Los presuntos estafadores usaban una práctica legal y habitual, ya que los bancos permite la opción de domiciliar recibos desde cuentas de las empresas por comodidad a la hora de cobras servicios, ya que no es necesario la autorización del titular.
El segundo método de estafa consistía en constituirse como empresa proveedora de materiales de la construcción y conseguir líneas de crédito, momento en el que adquirían material de obra que después vendían en el mercado negro a un precio favorable y no satisfacían los pagos.
Y la tercera modalidad de estafa, siguiendo la misma mecánica, era comprar a plazos teléfonos de alta gama en tiendas, que después vendían a un precio inferior al real y no satisfacían los pagos.
CONOCIMIENTOS FINANCIEROS
Los investigadores han constatado que el ideólogo de la trama es una persona que había estado vinculado profesionalmente a una entidad bancaria, por lo que tenía conocimientos de la operativa financiera, y que era necesario disponer de gran capacidad logística y de inversión.
En este sentido, la banda necesita constituir un cierto número de empresas y controlar una gran cantidad de cuentas bancarias ya que siempre tenía que haber saldo suficiente en las cuentas de origen, desde donde giraban los recibos.
En la cúpula del grupo estaban los cinco arrestados, entre los que figuraban el cerebro de la trama y su hombre de confianza, y en un segundo escalafón la persona que se encargaba de captar a los testaferros y gestionar los proveedores, justo por encima de esta red de testaferros.
Los Mossos averiguaron que uno de los principales responsables del entramado tenía intención de irse de Catalunya, por lo que el 7 de noviembre realizaron un operativo policial para desarticular la trama, con ocho registros --seis en domicilios y dos en empresas-- en Caldes de Malavella, Porqueres, Santa Coloma de Farners (Girona), Sant Vicenç de Montalt, Barcelona y Arenys de Mar.
Los agentes detuvieron en los registros a cinco personas e intervinieron documentación, terminales móviles, ordenadores, dinero en efectivo por valor de 142.000 euros, tres armas de fuego y munición, talones, cheques, pagarés, tarjetas de crédito y 11 vehículos.
Los arrestados pasaron a disposición judicial y el juez decretó el ingreso en prisión para cuatro de ellos y libertad con cargos para el quinto, y otras 36 personas que integraban la red criminal están pendientes de ser citadas a declarar ante el juez.
La investigación continúa abierta ya que se está analizando la documentación intervenida, y hasta el momento los agentes han podido acreditar 22 hechos delictivos con una estafa cuantificada en más de 730.000 euros, aunque esta cifra probablemente se incrementará.