El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de Roquetas de Mar ha señalado para abril una comparecencia pública en el marco del expediente impulsado por la hermana de la joven desaparecida Lourdes García Carrero para declararla oficialmente fallecida.
El rastro de Lourdes García, quien entonces contaba con 34 años, se perdió en la tarde del 3 de octubre de 2009 después de que abandonase, al concluir su jornada laboral, la estación de servicio en la que trabajaba en el municipio de Roquetas de Mar. La Guardia Civil siempre ha investigado la desaparición como "forzada".
El edicto del Juzgado cita a la hermana de Lourdes, al Ministerio Fiscal, a los parientes más próximos y a varios testigos citados por la propia hermana en su solicitud el 17 de abril, a las 12,00 horas, y ordena publicar dos veces la resolución en el BOE y en el tablón del Ayuntamiento roquetero.
Indica, asimismo, que pueden intervenir en la comparecencia cualquier persona que pueda tener interés en la declaración de fallecimiento de la joven cuyo paradero se ignora.
El expediente admitido a trámite por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 se inició en diciembre de 2013 para "regularizar la situación" ante la ausencia de novedades significativas en la investigación para dar con Lourdes García.
El último movimiento significativo para esclarecer su desaparición se había realizaso hace más de un año cuando informes elaborados por la UCO apuntaron a que un sospechoso que pertenecía al "entorno delincuencial" de la conflictiva barriada de Las 200 Viviendas del municipio roquetero.
Este sospechoso contaba con antecedentes de homicidio, delito por el que habría cumplido diez años de prisión, y estaba considerado como "muy peligroso" por las autoridades.
Ante estos nuevos datos, el juzgado encargado de las diligencias del caso resolvió reactivar la causa y decretar secreto de sumario sobre las actuaciones. No obstante, transcurrido poco tiempo se volvía a decretar el archivó ya que no dieron fruto las nuevas pruebas aportadas y que podían ayudar al esclarecimiento de los hechos.
El BOE ya hizo público en 2013 el expediente por orden del juzgado para que "los que tenga noticias de su existencia puedan ponerlos en conocimiento" de este órgano "y ser oídos".
El letrado que defiende los intereses de la familia de la joven explicó en su día que la decisión respondía a la necesidad de "regularizar" la situación "dado el tiempo transcurrido" desde su desaparición y la falta de "novedades en la investigación". "Dadas las circunstancias, no podemos hacer nada más y tan sólo queda legalizar esta situación", remarcaba.
Los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil han mantenido a lo largo de la última década "diversas líneas de investigación" en torno a este caso.
ÚLTIMOS RASTREOS
Las últimas pistas que llevaron a reactivar la investigación se hallaron en los análisis de la tierra encontrada en el interior del vehículo de la joven, que fue hallado abierto y abandonado a los dos días de que se perdiera su rastro el 3 de octubre de 2009. Estos análisis llevaron a los agentes a los parajes donde se sospechó que podía estar oculto su cuerpo.
La actuación se centró en 2012 en el paraje Mohuyo, donde ya se activó un operativo en junio de 2010 al estar localizado a unos cuatro kilómetros de su domicilio, así como en los parajes rurales y de montaña entre los términos municipales de Enix y Felix.
La Guardia Civil realizó también un llamamiento público para solicitar la colaboración de todos aquellos ciudadanos que pudieran aportar cualquier dato sobre la desaparición de la joven e indicó que la información que se aportase al 092 o al teléfono de la Comandancia en Almería sería "absolutamente confidencial".
A Lourdes García se le perdió su rastro al término de su jornada laboral en una estación de servicio ubicada en el área de la Urbanización de Roquetas de Mar. En una de las cámaras de seguridad del establecimiento quedó registrada su marcha "normal" pasadas las 15,00 horas hasta que se introdujo en su vehículo, un turismo marca Peugeot, modelo 206 de color gris metalizado.
Llevaba la chaqueta de la compañía Cepsa, propietaria de la gasolinera en la que trabajaba, y un pantalón gris con una raya roja en el lateral. Su operador de teléfono móvil no registró en los días posteriores ni la salida de mensajes de texto y llamadas y tampoco se detectaron movimientos en sus cuentas bancarias.
La Guardia Civil halló 48 horas después de que se perdiese su rastro el vehículo en el que se desplazaba. Estaba estacionado junto a la plaza de toros del municipio, con sus pertenencias personales en el interior, las llaves puestas en el contacto y los seguros de las puertas alzados.
