La Fiscalía de Sevilla solicita diecisiete años y un mes de cárcel para un hombre al que acusa de maltratar, vejar, lesionar, amenazar y coaccionar a su pareja durante los tres años que duró su relación y también más tarde, por lo que será juzgado por un total de catorce delitos.
La Audiencia de Sevilla tiene previsto enjuiciar durante dos días a J.M.L.A., para quien el Ministerio Público pide tres años de prisión por un delito de malos tratos habituales, cinco por detención ilegal, nueve meses por cada uno de los siete delitos de maltrato de obra que le atribuye, dos años y tres meses por dos delitos de amenazas, nueve meses por coacciones y nueve meses por lesiones en el ámbito de la violencia de género.
Por un delito leve de vejaciones, además, reclama una pena de localización permanente durante 30 días.
La Fiscalía también pide trece órdenes de alejamiento y diez prohibiciones de comunicarse con la presunta víctima.
Según han informado fuentes del caso a Efe, la relación comenzó en agosto de 2013 y a partir de septiembre de 2014 convivieron durante siete meses en una vivienda en Morón de la Frontera, pero dicha relación "no fue pacífica" y derivó en "repetidos conflictos" en los que el procesado, "con ánimo de influenciar la autoestima" de su pareja, le infirió "malos tratos psicológicos con continuas amenazas, insultos y vejaciones", tanto en privado como "en presencia de algunas amigas" de ella, según el fiscal.
El encausado, además, le propinaba "puñetazos, patadas, empujones y bofetadas", y las agresiones "eran continuas" ya en Morón y la víctima "llegó a disimular u ocultar las lesiones".
El hombre, según la Fiscalía, "la obligaba a ducharse con agua fría" y "controlaba sus relaciones sociales (...) revisando su móvil para evitar que tuviese contacto con terceras personas o quitándole la batería y el cargador para impedir que hablara con amigas y familia o que se relacionara con chicos".
Además, "controlaba su dinero y su forma de vestir y la encerraba en casa", todo ello "bajo un clima de miedo y dominación".
El episodio por el que la Fiscalía pide cinco años ocurrió presuntamente entre octubre y noviembre de 2014, cuando J.M.L.A. salió de la vivienda y se llevó "todas las llaves" para "privar" a la mujer "de su libertad de movimiento en contra de su voluntad durante varias horas".
El Ministerio Público refiere en su escrito distintos episodios de maltrato, como el del 16 de diciembre, cuando ella estaba embarazada del hijo que tienen en común y salió de la casa tras una discusión, pero él la alcanzó, le quitó un cuchillo que portaba y "se lo colocó a la altura de la cintura" para obligarla a regresar.
Ya en la vivienda, "la arrinconó" y le dijo "no te mato y te descuartizo porque me va a costar mucho trabajo y seguro que me pillan".
Durante la Semana Santa de 2015, el acusado "cogió una pala con intención de atemorizarla" por tener los zapatos manchados y le dijo "con esa pala es con la que te voy a enterrar detrás de mi casa".
El 5 de junio de 2016, con la relación ya concluida, el hombre intentó volver, pero como ella se negó "le propinó un guantazo".
El 2 de febrero de 2017, un juzgado de Marchena le prohibió comunicarse y acercarse a menos de 300 metros de su expareja, pero aun así le mandó mensajes de voz en los que le aseguraba que le daría "un palizón de muerte".