Una buena foto, técnica y estáticamente hablando, puede estropear una noticia determinada. No siempre es así; es más, la foto realza la noticia, mucho más en papel que ha sido hasta hace pocos años su medio natural.
Pero hay noticias en las que hay que contar algo muy determinado y precisa de una foto determinada, sin más aspavientos que distraigan de lo que se quiere contar.
Si se va a hablar de una máquina que han inventado y se quiere mostrar a los lectores, las fotos tienen que ser desde distintos ángulos, pero con objetivos cortos para que no haya desenfoques que no dejen ver el producto que es de lo que se trata.
A los fotógrafos, que generalmente son artistas y lo demuestran cada vez que pueden y en muchas ocasiones para hacer más llamativa y magnífica una página y la noticia que cuenta, les gustan los desenfoques, los planos imposibles… A los fotógrafos les gusta aunque es mejor decir “nos gusta” que el arriba firmante hizo la primera foto hace 45 años.
Pero volviendo al principio, hay ocasiones en las que no se puede hacer más que una fotografía que además cuente lo que realmente se quiere contar.
Las salidas en el desescalamiento del confinamiento tras 48 días sin poder salir han dado fotografías (magníficas) que sin embargo no servían para informar convenientemente de lo principal, que era y es si se cumplen las distancias de seguridad entre las personas que pasean, corren o entran en un establecimiento.
Si se trata de medir las distancias a las que circulan, no se puede hacer una foto de frente -que puede pasar si está bien hecha con objetivo corto- a la gente que transita por una calle y mucho menos con un teleobjetivo que nos va a deformar la realidad.
La foto tiene que ser desde un lateral, o desde arriba, un balcón si se trata de una calle estrecha o cualquier otro método que permita que se vean las distancias a las que caminan los ‘desconfinados’ temporales. Porque esa y no otra es la noticia.
En un ejercicio sencillo y sin intención alguna de sentar cátedra, me he permitido hacer aproximadamente un minuto de vídeo desde la plaza del Rey con el Ayuntamiento como fondo dejando que las personas pasen. O sea, con la cámara en el mismo sitio.
Luego he hecho la grabación casi de frente y se ve la diferencia entre la distancia a la que realmente ha circulado la ciudadanía y a la que parece que circula cuando la toma es frontal y se usa sólo el aumento x2 de un teléfono móvil iPhone 7 Plus.
Como se puede ver en las tomas, la realidad que aporta la toma lateral y la que sensación que produce la frontal, son distintas. Y eso que se trata de un teléfono móvil con un aumento x2. Imagínense lo que se vería con un objetivo de 200 milímetros.
Eso no quiere decir que todo el mundo se esté comportando debidamente porque sería mentira y todos pueden ver los incumplimientos de muchos, por desconocimiento o por descerebrados.
Pero con toda la humildad del mundo he querido hacer este vídeo para advertir de lo que puede ocurrir cuando se hace una foto que no es la que la situación periodística precisa.
Eso sí, admiren las fotos hechas con teleobjetivos que son preciosas. Pero no las comenten sin tener en cuenta que muestran una realidad visual, no real.
