La Policía Nacional ha detenido y puesto a disposición judicial en Motril y Almuñécar, en la provincia de Granada, a dos varones de 50 y 46 años y nacionalidad española, el de menor edad con antecedentes policiales por hechos no relacionados, como presuntos autores de un delito de tráfico de drogas tras haber utilizado los servicios de un taxista para comprar distintas dosis de metadona, heroína y cocaína.
Según concreta en una nota de prensa el cuerpo policial, el taxista desconocía el verdadero propósito del servicio. Todo ocurrió a mediados de abril, cuando recibió un encargo por parte de un varón de Almuñécar. Se trataba de recoger en este municipio una bolsa con documentación relativa a unas escrituras de propiedad, las cuales tenían que ser firmadas por otra persona en la ciudad de Motril y devueltas nuevamente al requirente del servicio.
De esta forma, durante la mañana se desplazó al lugar indicado en un barrio de las afueras de Motril, donde la bolsa con documentación fue recogida por un individuo que había salido de una de las viviendas de los alrededores. Tras esperar unos minutos, dicho individuo volvió con la bolsa para entregarla de nuevo al taxista con una apariencia de total normalidad.
En esos precisos instantes, en la zona se encontraba una dotación policial en servicio de protección y control de la delincuencia, cuyos componentes habían sido testigos directos de la maniobra realizada entre el conductor del taxi y el vecino de aquella barriada, la cual les había resultado sospechosa.
Sin más dilación, intervinieron y unos momentos más tarde de haber abandonado la zona, el taxi fue abordado por los agentes de Policía. En el registro practicado sobre el vehículo se recuperó la bolsa con documentación que habían visto cambiar de mano unos minutos antes, pudiendo comprobar que entre la documentación se encontraba un sobre que contenía numerosas dosis de varias sustancias estupefacientes. Concretamente, los policías se incautaron de diez dosis de metadona, ocho papelinas de heroína y 0,5 gramos de cocaína.
Ante esta situación, el taxista manifestó que desconocía la existencia de estas sustancias, así como el propósito oculto para el que fue contratado. La investigación policial subsiguiente acabó con la detención tanto del requirente de los servicios en Almuñécar como del receptor de la documentación en Motril. Ambos han sido puestos a disposición de la autoridad judicial.