La Fundación Proyecto Hombre de Jaén ha detectado un repunte de un 40% en los nuevos diagnósticos de adicciones. Según confirma su director, Pedro Pedrero, desde la reapertura del centro de diagnóstico y al iniciarse las primeras entrevistas, están tratando a 30 usuarios por adicción a la cocaína y al alcohol.
“Son personas que durante el confinamiento han tomado conciencia, se han dado cuenta de que su problema es grave y han dado el paso para iniciar el proceso. Normalmente, llevan más de tres años consumiendo. Estas circunstancias han sido un catalizador y se ha acelerado el proceso para dar el paso”, reconoce.
Del total de nuevos diagnósticos, ocho han sido a mujeres, por problemas con el alcohol. “También se ha dado un repunte de mujeres diagnosticadas por adicción”, explica.
Pedrero reconoce que “durante la primera parte del confinamiento, muchas familias fueron conscientes del tiempo que sus hijos dedicaban al consumo de Internet y mostraron preocupación por posible adicción”.
Durante este tiempo, los 42 usuarios de la comunidad terapéutica, en un proceso de aislamiento, “se han mantenido bien y han hecho su actividad normal”; y los 40 usuarios en tratamiento ambulatorio, esto es, personas en fases de reinserción, con sus familias o buscando empleo ha sido “más difícil” ante situaciones de “estrés e incertidumbre” que han alterado el proceso. “Han demostrado que necesitaban el apoyo y han sido demandantes”, confirma.
Para el equipo de la Fundación ha sido un “reto”. Dice: “Teníamos claro que las personas tenían que saber que su proceso no se paralizaba. El equipo ha hecho un gran esfuerzo, con los medios que hemos tenido, con llamadas telefónicas y conexiones telemáticas. No se ha ralentizado mucho”.
Circunstancias como el confinamiento pueden dar lugar al inicio de un “consumo complicado” de drogas. Estos nuevos casos no se diagnostican de forma inmediata. “En consumo de cocaína, la persona que se inicia no pide ayuda hasta que han pasado una media de ocho años”, ejemplifica Pedrero.
En la misma línea, termina: “Si gestionas de forma deficiente tus estados emocionales, las probabilidades de caer en alguna adicción es mayor. En situaciones como el confinamiento se pueden dar situaciones de consumo complicado. Para que haya adicción, se tienen que dar otros pasos. Cuando hay cambios sociales se generan también cambios en las pautas de comportamiento y de consumo”.
