Alberto Millán es usuario habitual del paseo de Santa Bárbara y vecino de la zona. El pasado 26 de junio se encontraba paseando por dicho paseo cuando pasó junto a una pérgola en mal estado sin percatarse de que tenía su cristalera rota. El resultado fue un profundo corte en el pulgar de la mano derecha. En vista de que el corte emanaba abundante sangre optó por desplazarse por sus propios medios al botiquín sanitario de la playa de La Caleta para ser atendido. Allí le aplicaron tres puntos de aproximación.
Si los cristales estuviesen en la Avenida Andalucía se habrían retirado al día siguiente, porque los vecinos se pondrían en pie de guerra”El joven nos cuenta que paseaba con su perro, y fue el animal quien se metió por la zona de cristales. “La situación de la pérgola deja mucho que desear, pero lo grave es dejar los cristales rotos. Las mamparas tienen cristales cortantes, porque no han sido retirados, y un cristal de grandes dimensiones permanece en el suelo, sin estar balizado, ni siquiera ya con cintas ni vallas”, señala. La única indicación que observó después de sufrir el percance fue una cinta atada en el extremo más alejado a donde se encontraba y esta permanecía de forma voladiza, “sin cumplir su función de señalizar y proteger a los viandantes del peligro existente”.
El accidentado ha presentado denuncia por daños en vía pública, reclamando la indemnización que corresponda por los perjuicios sufridos, así como que la zona “sea acondicionada cuanto antes para que no se vuelvan a producir nuevos incidentes dada la peligrosidad de su estado”, tal y como figura en el parte presentado a la Policía Local. “Quiero denunciarlo sobre todo porque es peligroso para los niños que juegan allí o cualquier persona que pase. No entiendo que permanezca así durante semanas, no sólo esos cristales sino otros muchos que están golpeados con piedras y si te rozas con los salientes también cortan”.
Millán lamenta que el espacio no cuente con la atención necesaria por parte de la Delegación de Urbanismo. “Si los cristales estuviesen en la Avenida Andalucía se habrían retirado al día siguiente, porque los vecinos se pondrían en pie de guerra”, apunta.
Ante la duda de si el mal estado de la zona, sobre todo de las mamparas, se debe al desgaste del paso del tiempo o a actos incívicos, Millán cree que es consecuencia de lo segundo. “Se aprecian pedradas en los cristales, pero se ve que el caso de este ha sido Urbanismo quien lo ha terminado de derribar con mazas para evitar el peligro de desplome, pero claro, después de eso no han retirado los cristales persistiendo igualmente el peligro”, concluye.
