La algecireña Carmen Villalobos regresa a España, a la LF-2 del baloncesto nacional femenino, tras un paso de un año por Estados Unidos. Dicho así podría sonar a la vuelta de una veterana, pero nada más lejos de la realidad. La alero, de 1,85 metros y apenas 19 años, regresa en busca de su futuro como jugadora. Su año en la NCAA, donde ha sido elegida entre el equipo de las rookies (novatas) de la temporada de la Conferencia Este, le ha servido para seguir creciendo como baloncestista. Ahora toca dar otro salto en las filas del Lima-Horta de la ciudad condal.
Villalobos ha promediado 8,6 puntos y 6,9 rebotes en su temporada en las Hartford Hawks. La pandemia del coronavirus ha precipitado el final de la temporada, aunque no influyó en su decisión de regresar a España. “Tanto mi familia como yo hemos optado por un equipo que se ajustaba a la exigencia que buscábamos, tanto a nivel académico como deportivo. Eso es lo que influía en la decisión”, explica.
La joven algecireña, que estudia Ingeniería Informática, regresa contenta con la experiencia americana, sin sobrevalorarla, aunque sin reproche alguno a su estancia al otro lado del Atlántico: “No tenía previsto un tiempo concreto. La experiencia en Estados Unidos era a como fuera [ríe]. Si iba bien, nos quedábamos y si no, pues me volvía. Al final ha sido una experiencia muy chula y ha estado bien poder vivirla”.
Los cazatalentos que le echaron el ojo en Barcelona acertaron de pleno. Era una apuesta segura, en cualquier caso, una jugadora que desde muy niña apuntaba alto, que fue reclutada hace cinco años por la academia Siglo XXI (Segle XXI) de la capital catalana y que ha sido internacional con las categorías inferiores de la selección española desde la sub-14 a la sub-18. Fue en su cuarto año en el Siglo XXI, que tiene un equipo en LF-2 precisamente para dar experiencia a las jóvenes de la academia, cuando contactó con ella “una agencia que ofrecía becas universitarias y tal. Me ayudaron a elegir universidad y me ofrecieron finalmente una beca para ir a Hartford”. Allí ha seguido avanzando como jugadora y aprendiendo a mejorar sus cualidades. “A nivel deportivo ha ido muy bien. El equipo me ha ayudado a crecer mucho como jugadora, a dar un paso adelante. Me ha dado mucha confianza en mí misma y creo que eso al final lo he podido mostrar en la pista”, explica la alero algecireña.
Eso sí, le tocará readaptarse a la nueva normalidad del juego, y no en sentido sanitario. La propia Carmen observa diferencias en la forma de jugar en ambos continentes. “El juego americano se basa mucho en el físico y es más individualista. Sin embargo, el juego europeo es mucho más técnico, te lleva a la toma de decisiones, es más colectivo, más grupal. Tienen bastantes diferencias”. Por eso se queda con lo mejor de cada zona para seguir evolucionando. “En Estados Unidos hacen mucho más hincapié en lo que es el trabajo físico, sobre todo en la pretemporada. Allí le dan mucha importancia a eso. Está bien, en el sentido de que es muy importante estar en buena forma para evitar lesiones, pero a lo mejor no tan al extremo como lo llevan ellos”.
Con ambición
La vuelta a España para la algecireña llega con algunas ventajas, como regresar a una ciudad que conoce bien, en la que ha vivido varios año, a un club con aspiraciones y que milita en una categoría que también conoce de primera mano, con caras conocidas y con mucho que ofrecer para poder seguir forjando su carrera.
“Sí, Volver a Barcelona ya era un aliciente por sí solo”, señala Carmen Villalobos. “Además, hay un ambiente muy chulo en el nuevo equipo”, añade. “Estuve viviendo cuatro años en Barcelona antes de ir a Estados Unidos, desde que empecé mi etapa en el Siglo XXI”, explica la alero formada en la cantera del CB Ciudad de Algeciras, desde donde fue reclutada por la academia en la que se forjan muchos de los talentos del baloncesto femenino nacional.
Sobre el Lima-Horta, quinto de su grupo la pasada temporada, la algecireña comenta que “están renovando mucho el equipo. Viendo el nivel que tiene la plantilla hasta ahora, creo que es buen equipo, con nivel para competir cada partido y estar ahí arriba luchando por lo máximo que se pueda”, señala respecto a la próxima temporada.
Entre los varios fichajes, otra joven con proyección destaca en el club barcelonés: “Hemos coincidido una amiga mía, que se llama Anna Gamarra, y yo, que venimos de la misma generación del Siglo XXI. Nos llevamos muy bien y nos conocemos muy bien. Creo que eso nos va a ayudar para que todo vaya bien en el Horta”, añade con optimismo la algecireña, que emprende su regreso al futuro.
Tras su regreso de Estados Unidos, Carmen Villalobos ha pasado un tiempo en Algeciras, donde ha podido estar en su casa, a la espera de la incorporación al trabajo con su nuevo club en la capital condal de cara a la próxima campaña. “He estado por allí, con mi familia, descansando y bien”, resume la algecireña. Pese a llevar varios años fuera de su ciudad, cuatro de ellos en Barcelona, a la que ahora regresa, y uno en Hartford (Connecticut, Estados Unidos), Carmen sigue de cerca lo que acontece en el baloncesto algecireño: “Al Udea lo sigo mucho porque tengo un par de amigos allí. Estoy en contacto, no le pierdo la pista al equipo”.