Ese acto simbólico culminará las celebraciones en la Puerta de Brandeburgo, donde la canciller Angela Merkel reunirá a estadistas de todo el mundo para festejar la revolución pacífica que llevó a la caída del Telón de Acero y, menos de un año después, a la reunificación de Alemania.
Berlín está invadida por decenas de miles de turistas que no quieren perderse el despliegue de medios que ha tenido lugar con motivo de este cumpleaños y que supera con creces el programa festivo de hace diez años.
La ocupación hotelera es casi del cien por cien, y desde primeras horas del sábado están abarrotados todos los puntos de la ciudad en los que hay algún trozo de muro o otro tipo de símbolo que recuerde la división del país.
Los actos protocolarios por la caída del Muro de Berlín comenzarán pocas horas antes con una recepción en el Palacio de Bellevue por el presidente de Alemania, Horst Köhler, que recibirá a sus invitados ya entrada la noche al final de un espectacular pasillo formado por soldados con antorchas.
El acto acabará con el derribo de la cadena de piezas gigantes de dominó de 1,5 kms.