El Hospital Universitario Virgen Macarena dispone de una Unidad de Ictus acreditada por la European Stroke Organisation, lo que avala una atención de alta calidad. Por ella, y desde su apertura, han pasado más de 500 pacientes cada año y más del 25% reciben algún tipo de tratamiento de reperfusión.
Mañana día 29 se celebra el Día Mundial del Ictus, primera causa de muerte en la mujer, primera causa de discapacidad adquirida en el adulto y la segunda causa de demencia. Cada año, 110.000-120.000 personas sufrirán un ictus en España. 18.000 de ellos serán andaluces y quedarán con secuelas el 50% aproximadamente.
El jefe del Servicio de Neurología del hospital sevillano, y coordinador del Plan Andaluz de Ictus, Joan Montaner, nos explica que “hemos de concienciar a la población del correcto manejo de los factores de riesgo vascular y de acudir al hospital ante la mínima sospecha de que se está sufriendo un ictus. Esta enfermedad es una emergencia médica y a ello hace referencia el lema “Tiempo es Cerebro”. En cada minuto con un ictus se pierden casi dos millones de neuronas que se traducirán en secuelas, discapacidad y mortalidad. Por ello es fundamental el reconocimiento precoz de los síntomas (dificultades para hablar o entender, pérdida brusca de fuerza o sensibilidad en una parte del cuerpo o alteraciones de la coordinación o visión) y el traslado inmediato a un centro hospitalario”.
Según los expertos, la mortalidad y discapacidad ha disminuido en los últimos años gracias a la detección precoz de los síntomas, el control de factores de riesgo y la introducción de medidas terapéuticas como las unidades de Ictus y las terapias de reperfusión (trombolisis y trombectomía mecánica) que han revolucionado el manejo del ictus.
El control de factores de riesgo es fundamental y es que el 90% de los ictus podrían evitarse con una adecuada prevención: control de la hipertensión arterial, diabetes, hipercolesterolemia, obesidad, evitar la vida sedentaria, abandono del tabaco y el consumo de alcohol y también el control de enfermedades cardiacas previas.
Este año viene marcado por la pandemia mundial por la enfermedad COVID-19 que ha traído consecuencias nefastas para el ámbito sanitario y las patologías tiempo dependientes como el ictus. “Es necesario más que nunca recordar la necesidad de consultar de forma precoz para aumentar las posibilidades de supervivencia y reducir las secuelas y discapacidad secundaria (#stroke don’t stay at home #el ictus no se queda en casa).”, advierte la doctora Soledad Sánchez, coordinadora de la Unidad de Ictus del Hospital Virgen Macarena.
Por todo ello y con el objetivo de mantener una asistencia con la máxima seguridad y calidad, el Hospital ha diseñado circuitos de atención diferenciados para pacientes con y sin COVID, consiguiendo una atención rápida en cualquier situación. “Se ha contado con una sala de aislamiento convertida en Unidad de ictus para el tratamiento precoz de pacientes con esta patología y sospecha de COVID que ha permitido, por un lado, mantener una atención rápida y de calidad en estos pacientes, y por otro, mantener seguros al resto de enfermos ingresados en la Unidad”, explica la neuróloga Sánchez.
La Unidad también cuenta con el Centro Andaluz de Tele-Ictus (CATI), sistema de tele-medicina dirigido a atender los pacientes con código ictus localizados en hospitales de Andalucía (comarcales y HAREs), garantizando la cobertura a la totalidad de la población andaluza. Desde su inicio ha atendido a más de 1500 enfermos de toda la comunidad andaluza con altas tasas de tratamientos de reperfusión. También se han realizado derivaciones a los centros de referencia más cercanos de forma ágil y rápida para su manejo óptimo. Todo ello supone una reducción de mortalidad y discapacidad por esta enfermedad en estas áreas.
La Unidad de ictus del HVM, además de proporcionar una atención de calidad basada en estándares internacionales, promueve y participa en la investigación de esta enfermedad. Realiza estudios académicos en colaboración con centros internacionales y ensayos clínicos tanto en fase aguda como en prevención y rehabilitación. Este año ha destacado la intensa colaboración con los equipos de urgencias extrahospitalarias en proyectos de investigación sobre el manejo del paciente con ictus antes de su llegada al hospital.
El mantenimiento de esta calidad asistencial a lo largo de los años, y más si cabe, este año dadas las circunstancias de la pandemia, no sería posible sin el reconocimiento de sus profesionales, un equipo multidisciplinar que reúne especialistas en Neurología Vascular, Neuro-Rehabilitación, Neuro-Fisioterapia, Nutrición, así como Enfermería, Enfermería Gestora de Casos, Trabajo Social y celadores.