El presidente del Grupo Municipal Popular del Ayuntamiento de Cádiz, Juancho Ortiz, ha señalado que “el alcalde, José María González, debe explicar por qué en noviembre, en plena crisis Covid, los gaditanos hemos pagado siete mil euros a un militante de Podemos para poner un archivo de audio en el Festival Iberoamericano de Teatro. Porque eso es justo lo que hizo el que fuera secretario tercero del Congreso de los Diputados, Marcelo Expósito, venir a Cádiz, irse un día a La Lechera, y reproducir un audio de unas entrevistas que había hecho en la pandemia. Sin actores, sin imágenes, sin nada más. Siete mil euros”.
Juancho Ortiz ha mostrado su indignación por “este nuevo escándalo del equipo de Gobierno, que un día sí y otro también nos sorprende con prebendas a miembros de Podemos, con cursos de verano pagados, o con auditorías encargadas a empresas cercanas, y ahora con esto: mientras nuestra gente estaba pasando un calvario, sin una sola ayuda municipal para sus comercios, sus bares o simplemente para salir adelante, el Ayuntamiento pagaba a un destacado dirigente de En Comú Podem para que pasara aquí una semana, en un festival de teatro sin que sea una obra teatral, y cuya única relación con Cádiz es felicitar a Kichi en las redes sociales o insultar a las instituciones del Estado”.
El presidente popular insistió en exigir explicaciones de esta contratación tanto al alcalde como a la responsable de Cultura, Lola Cazalilla, que “ya despertó las quejas del sector cultural y el teatral en particular por la designación de dos personas que procedían del entono de Mas Madrid y la gestión cultural de la capital, en vez de recurrir a especialistas de la ciudad de reconocido prestigio”.
Juancho Ortiz, concluyó señalando que “lo único que podemos deducir claramente es que un señor de En comú Podem vino a Cádiz a darle al play y se llevó siete mil euros de todos los gaditanos por una hora de audios en el marco de un festival iberoamericano de teatro, teatro, no reproducción de audios. Y más claro aún que se lo llevó el porque era amigo de Kichi y de su Equipo de Gobierno, que está ya acostumbrado a utilizar la cultura en la ciudad como forma de pagos a amigos y afines. Y todo ello sin importarle que, como han dejado claro los propios dramaturgos vinculados al FIT, el festival está en plena caída libre y abandonado a su suerte”.