Este fin de semana ha aterrizado en Jerez el humorista, actor, productor y presentador sevillano, Manu Sánchez, quien este sábado y domingo, a las 19 horas, vuelve a poner en escena en el Teatro Villamarta la nueva versión de su montaje El Gran Emigrante. Es el nuevo reto escénico de la productora 16 escalones que combina la sátira política, la crítica social y sobre todo, el humor.
El Gran Emigrante es un extraño ser, llegado de un lugar muy remoto, que ha recalado en nuestra tierra por casualidad, y que, ahora, se resiste a dejarnos, “porque no se entiende que un extraterrestre siempre vaya a llegar a Nueva York, ¿Habrá lugares para llegar?. Pues siempre es el mismo platillo volante que aterriza en el mismo sitio. Esta vez es distinto, entra por derecho, a compás de marcha de Semana Santa”, anticipa el propio Manu Sánchez. Un alienígena que ha hecho que los espectadores se hayan visto reflejados en un espejo que, a ratos saca los colores y, en otros, hace reír a carcajadas.
“Se trata de la cuarta propuesta teatral de 16 escalones. En cada montaje, Jerez no nos ha fallado y el Villamarta se ha puesto hasta la bandera. Nos pasó con El Rey Solo, El Buen Dictador y ahora nos pasa con El Gran Emigrante, que casi se está estrenando en Jerez. Digo que se estrena, porque esta obra tiene un año y pico, y con la pandemia de por medio, prácticamente seguimos estrenándola, ya que la segunda fecha que hicimos en un primer momento fue el Villamarta y aún andábamos probando cosas del texto, y después de un año raro, el texto ha cambiado, somos diferentes, la actualidad es distinta, la realidad es otra, así que este extraterrestre cuando llega a una azotea de Jerez, lo que se encuentra es muy diferente a lo que se encontró hace un año en el mismo escenario”, explica Manu Sánchez, en una entrevista realizada en el espacio Jerez de cerca de 7 TV Jerez.
Con un texto totalmente revisado, incorpora alguno de los hitos más relevantes de la actualidad, como no podía ser de otra forma, también de la pandemia de Covid, o incluso la polémica suscitada en torno a la salida de España del Rey Emérito. La obra, por otro lado, invitaba no sólo a reír, sino también a pensar y reflexionar sobre diferentes aspectos que conlleva la inmigración, como el choque de culturas o su oportunidad.
“Es una comedia para reírnos mucho y meter algún deíllo en el ojo, que también me gusta a mí”, apunta Manu Sánchez, quien también ha querido destacar la importancia que tiene “esa sensación agradable de regalarnos tiempo de ocio y volver a los patios de butacas como signo de cierta normalidad. Porque los del teatro hemos hecho los deberes muy bien, sin ningún rebrote en ninguna sala, y dando el callo, a pesar de soportar medidas restrictivas muy duras”.
Aquí es donde él se pone serio, porque aunque la productora que Sánchez dirige tiene varias líneas de actuación, entre ellas la televisiva, que también marcha muy bien con Tierra de Talento, “otros han puesto los huevos en el mismo canasto de la industria teatral y están viviendo ahora un auténtico drama debido a esas idas y venidas de diferentes medidas restrictivas, eso y que las instituciones han sido muy poco generosas, y ante cualquier duda la solución era cerrar o aplazar. Han sido muchas las compañías que han tenido que cerrar y desmantelar un montaje, y esto es lo que deberíamos contar; la cultura como alimento para el alma que es cierto y está muy bien, pero que también se piense que es el alimento para muchas familias, que es un negocio y que es rentable y que detrás hay mucha gente viviendo de esto”.
Pero, además, si de algo sabe mucho este nazareno es de saber arrancar muchas risas con un humor que siempre ha sido muy bien recibido en Jerez desde los inicios de su carrera. “Le tengo especial cariño a Jerez, porque antes de pisar las tablas del Villamarta, yo ya me paseaba por las noches jerezanas contando monólogos y el cariñito de los jerezanos nunca me ha faltado. Es más, siempre hay algún despistado que me sigue preguntando si soy de Sevilla o de Cádiz, y yo siempre digo que para mí que soy de Jerez, que es la media perfecta”.
Un humor que ahora es más necesario que nunca, y que como dice Manu, “aquí se utiliza como herramienta de supervivencia, de poner al mal tiempo buena cara, no de frivolizar. Es como sabemos encajar las cosas, de saber darle muy bien la vuelta a la tortilla”.
Por eso, el objetivo del humorista ha sido el de volver a hacer reír a los jerezanos este fin de semana, “porque nos dijeron que de esta saldríamos mejores personas, que no lo sé, pero del Villamarta seguro que se sale con una magia diferente”.