Los colectivos considerados de riesgo, constituidos por personas con trasplantes, pacientes oncológicos, inmunodeprimidos, en diálisis o personas con Síndrome Down mayores de 40 años, han sido los últimos en incorporarse a la campaña de vacunación contra el Covid-19. A este grupo de población se le ha empezado a citar en la sede de la antigua cafetería del edificio del Materno-Infantil del Hospital de Jerez, que ya se utilizó como punto de vacunación para el personal sanitario, y se le están administrando dosis de vacunas de ARN mensajero, como Moderna o Pfizer.
Sin embargo, la experiencia vivida en el día de ayer no fue la más agradable para quienes acudían a su cita con la vacunación, a causa de lo que definen algunos de sus asistentes como una “mala organización. Nos ponen en cola de pie y va por turno de llegada, no va por hora. Pero es que allí llega gente que va malita, va agarrada de un acompañante porque no pueden ni andar. Están allí en cola esperando. No lo veo ni medio normal”, apunta una de las personas que acudió ayer a la convocatoria y con la que ha podido hablar este periódico. “Va gente en condiciones muy delicada y gente mayor. En el Autocovid esperas en coche, pero allí de pie. He dejado pasar a una señora porque me daba cosa verla de pie esperando. Deberían haber habilitado una calle en Ifeca para este colectivo. Estamos hablando además de gente que hace cola de pie y al sol, deberían poner una carpa o algo”; de hecho, a lo largo de la mañana terminaron por colocar unos bancos portátiles, “aunque seguían a pleno sol”. “Además -insisten-, la mayoría va con acompañante y al final están todos en cola sin distancia de seguridad, y hay más riesgo”. No obstante, admiten igualmente que el tiempo de espera para recibir la vacuna no era excesivo.