La Policía Nacional de Almería y El Ejido ha superado las 700 acometidas de luz revisadas durante el primer trimestre del año, relacionadas con los delitos relativos a la defraudación de fluido eléctrico, ligados especialmente al cultivo y elaboración de marihuana.
Las organizaciones y clanes que hacen del cultivo de plantas de cáñamo su modo de vida "presentan un hermetismo absoluto, además de en la mayoría de los casos, estar ligados sus miembros por vínculos familiares, lo que dificulta en gran medida la investigación de este tipo de delitos, y el posterior arresto de sus responsables", reseña en una nota de prensa el Cuerpo Nacional de Policía.
La Comisaría de Policía Nacional en Almería, de enero a marzo de 2021, practicó 40 registros domiciliarios, frente a los siete llevados a cabo por los agentes destinados en El Ejido. Barrios almerienses de Pescadería, Quemadero, Almendros, Puche o Torrecárdenas han sido los objetivos de los investigadores.
En el Ejido, las miradas policiales estaban puestas en Pampanico, Las Norias o los Llanos de Vícar. Un total de 95 agentes de las Comisarías de Almería y El Ejido han participado en los operativos anti fraude.
Los cultivos de interior necesitan para su proliferación unas condiciones de luz, temperatura y humedad que sólo se pueden conseguir de manera artificial mediante máquinas conectadas ilegalmente a la red eléctrica. Dichas acometidas ilegales, además de constituir un delito de defraudación eléctrica tipificado en el actual Código Penal, suponen un problema de seguridad y salud. Las instalaciones manipuladas no cumplen la normativa en materia de seguridad y generan un importante riesgo no solo para aquellos que las manipulan, sino también para las personas que viven o circulan en la proximidad de esas instalaciones.
En los últimos años se han registrado numerosos casos de incendios en instalaciones y viviendas como consecuencia de dichas manipulaciones, que han causado numerosos heridos de diversa consideración e incluso decenas de fallecidos. En este sentido, y siempre en actuaciones conjuntas con técnicos de la compañía Endesa, en lo que va de año, la Policía Nacional en Almería y El Ejido, ha desmantelado 685 enganches ilegales, frente a los 543 realizados en el mismo periodo semestral del año 2020.
El número de las instalaciones revisadas por los técnicos de la compañía ascendió a 759, una cifra significativa teniendo en cuenta la situación de excepcionalidad generada consecuencia de la pandemia del covid-19. Dichos logros policiales son fruto de un arduo y exhaustivo trabajo previo de investigación, sometido a la tutela judicial de la Administración de Justicia.
Las plantaciones ocultas en el interior de viviendas sitas en núcleos urbanos, comparten en muchos casos estancias con sus moradores, lo cual hace necesario de la existencia de un auto judicial que autorice la entrada y registro en dichos inmuebles, con las garantías previstas en la legislación, y la fundamentación necesaria basada en el desarrollo de algún tipo de actividad ilícita, o al menos delictiva
Por contra, las plantaciones de marihuana que prosperan al abrigo de un invernadero en parajes diseminados, no cuentan con dichos sistemas, ya que es la propia naturaleza quien proporciona ese medio idóneo de crecimiento, y de igual manera, no requieren autorización judicial para el registro e intervención de las plantas de marihuana.
Desde 2016, Endesa y la Policía Nacional en Almería y El Ejido han intensificado su colaboración con el objetivo de poner fin al problema de las conexiones irregulares al suministro eléctrico, las cuáles, en momentos de un aumento de la demanda de energía, generan averías en los transformadores o incluso su destrucción, lo que provoca un desabastecimiento en los barrios afectados.
Las instalaciones que sirven la energía, están pensadas y diseñadas para un abastecer las demandas normales de una población. Si las mismas son sometidas a una sobrecarga, y la energía es obtenida de manera fraudulenta, las personas que cuentan con una instalación legal y realizan los pagos correspondientes por los consumos generados, son los mayores perjudicados, puesto que dichas sobrecargas generan cortes y desabastecimientos mientras no se subsanan las averías.
Estas situaciones son más fácilmente producibles durante los periodos estival e invernal, cuando por las condiciones climáticas exteriores es necesario acondicionar interiormente una vivienda para el bienestar de las personas.