El Tribunal Supremo ha confirmado penas de entre tres años y medio y cinco años de prisión para cuatro personas acusadas de integrar una red de tráfico de cocaína que operaba en el Poniente almeriense y que contaba con distintos escalafones para la distribución y venta de los estupefacientes, por lo que además les impone una multa de 100.000 euros que deberán abonar conjuntamente.
El fallo, al que ha tenido acceso Europa Press, confirma la sentencia dictada por la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería que condena a los cuatro acusados por un delito contra la salud pública por tenencia y distribución de sustancias que causan grave daño a la salud tras rechazar todos los recursos de las defensas.
Los acusados fueron sometidos a una estrecha vigilancia por parte de los agentes de la Udyco que iniciaron la investigación a partir de una denuncia anónima de un confidente en septiembre de 2014, en la que se indicaba que uno de los sospechosos se dedicaba a "traficar con cocaína" en Almería, por lo que se establecieron varios dispositivos de vigilancia y seguimiento sobre supuesto 'camello'.
Así, se observó que el hombre "adoptaba numerosas medidas de seguridad, tanto cuando se desplazaba a pie como en un ciclomotor" al salir de su domicilio con una bandolera, de forma que realizaba un recorrido en el que visitaba distintos clubes y locales "siempre por cortos períodos de tiempo".
Durante esas vigilancias, los agentes señalaron un doble episodio ocurrido en la noche del 21 de abril de 2015, en el que la motocicleta en la que el sospechoso realizaba sus desplazamientos se encontraba ardiendo, de modo que horas más tarde este se vio envuelto en una pelea con el dueño de un club con el que "tenía desavenencias por una deuda porque hacía tres años le compraba cocaína", lo que hizo sospechar a los agentes por un posible "ajuste de cuentas".
Fue a partir de entonces cuando se intensificaron las vigilancias sobre el supuesto traficante, quien fue sorprendido en algunos "pases" de droga a pesar de las continuas vigilancias y medidas preventivas que adoptaba al salir de su domicilio por breves periodos.
Asimismo, a partir de las intervenciones telefónicas autorizadas en el marco de la investigación destinada a descubrir una red de distribución de sustancias entre locales y establecimientos de El Ejido, se pudo descubrir que la droga le era suministrada por otras dos personas quienes, a su vez, obtenían el estupefaciente de otro sospechoso más al que llamaban "jefe".
Con estos indicios, los agentes pudieron interceptar al sospechoso cuando se dirigía a la Puebla de Vícar tras haber recibido en torno a 200 gramos de cocaína de unos de sus colaboradores en un encuentro que tuvo lugar poco antes en un coche estacionado en Aguadulce, en Roquetas de Mar, para su venta a terceras personas.
Los registros efectuados en las viviendas de los sospechosos en El Ejido, Roquetas de Mar o La Gangosa en Vícar, entre otros lugares, permitieron encontrar nuevas cantidades de cocaína, abultadas cantidades de dinero en efectivo, teléfonos móviles, útiles para la manipulación de la droga y diversa documentación.