La Delegación de la Consejería de Justicia en Sevilla y la asociación Autismo Sevilla han firmado este miércoles un acuerdo de colaboración por el que jóvenes infractores podrán realizar labores de ayuda a la comunidad dentro de la asociación. Es el primer convenio para actividades de reinserción al que se llega con una entidad privada sin ánimo de lucro en la provincia de Sevilla.
El desempeño de labores a la comunidad se enmarca dentro de las medidas de reinserción en medio abierto para menores infractores que “persiguen recuperar al menor para la sociedad”, como ha explicado el director general de Justicia Juvenil y Cooperación, Francisco Ontiveros. “Es una experiencia muy bonita” porque el encuentro de estos jóvenes, de entre 14 y 18 años, con la realidad de las personas autistas puede ser “un punto de inflexión” para ellos, ha continuado Ontiveros.
Mercedes Molina, presidenta de la asociación Autismo Sevilla, ha afirmado que con esta iniciativa persiguen continuar con su labor de concienciación sobre el autismo, al tiempo que contribuyen a la reinserción de los jóvenes.
En los próximos días comenzarán a participar los primeros tres jóvenes en este programa pionero, a los que se dará una formación específica, y se los perfiles y actividades que compatibilicen con cada perfil. Los jóvenes siempre estarán acompañados por técnicos especializados. En ello, Autismo Sevilla tiene una amplia experiencia, gracias a su trabajo con más de 100 voluntarios.
Autismo Sevilla: atención diaria a 600 familias para “una discapacidad diferente”
La asociación atiende diariamente a más de 600 familias con personas con autismo de todas las edades en la provincia de Sevilla. Ofrecen atención especializada en servicios como equipos de evaluación, residencias, plataformas de empleo, acompañamiento, etc. que desarrollan más de 160 técnicos. Además, realizan tareas de ambulatorio, visitas a centros escolares y deportivos, en definitiva, a todo el entorno de estas personas, para aportarles una guía, “en muchas ocasiones muy simple”, para que las personas autistas puedan desarrollar sus vidas. Con estas acciones intentan ayudar a las más de 17.000 diagnosticados con trastorno autista que hay en la provincia de Sevilla.
El trastorno autista es “una discapacidad muy diferente” con muchos grados que van desde una dependencia severa hasta problemas en la forma de relacionarse. Molina ha señalado la necesidad de detectar el autismo en los primeros momentos, pues aumenta las posibilidades de recuperación. Afecta a uno de cada cien nacimientos, y empieza a desarrollarse a partir de los dieciocho meses. “Las familias tienen que quitarse el estigma y pedir ayuda”, afirma. Pese a ello, Mercedes Molina considera que “se ha avanzado muchísimo” desde que la asociación comenzó su labor hace 27 años, cuando “íbamos a un sitio y la gente no sabía de lo que estaba hablando”.
La reinserción: “un traje a medida para cada menor”
El delegado territorial de Regeneración, Justicia y Administración Local de la Junta en Sevilla, Javier Millán, ha afirmado que se están explorando acuerdos con otras entidades como este primero firmado con Autismo Sevilla “una entidad modélica y referente”. De esta forma, se ampliaría el abanico de programas en régimen abierto de los que dispondría la Justicia, para adaptarse a las necesidades de cada menor. El acuerdo firmado hoy se prolonga durante cuatro años, prorrogables a otros cuatro.
“El juez trata de hacer un traje a medida para cada menor, por eso es muy importante que disponga de múltiples posibilidades” ha explicado Francisco Ontiveros. Lo ha ejemplificado con este nuevo programa con la asociación Autismo Sevilla, que podría utilizarse para jóvenes que hubieran ejercido bullying o acoso. “Qué mejor herramienta para que tomes conciencia, que tratar a tus iguales”, reflexiona. Asimismo, ha señalado la necesidad de desterrar la idea de la reinserción como únicamente como internamiento, ya que “la situación ha evolucionado muchísimo”, y cada vez más los jueces optan por medias de régimen abierto para estos jóvenes infractores de entre 14 y 18 años. De hecho, ha resaltado como de las 766 plazas de internamiento que hay en Andalucía, más de 200 están vacías.
Ontiveros ha adelantado que los datos de delitos entre menores en el año 2020, que se presentarán en los próximos días, reflejan un descenso de los hechos delictivos, aunque explica que se debe al periodo de confinamiento. Y resalta una tendencia preocupante: el aumento de la violencia filo-parental, sobre todo entre chicas. “En este sentido están funcionando muy bien los grupos educativos de convivencia”, ha explicado, residencias de máximo ocho jóvenes que conviven con monitores asimilando unas normas básicas de convivencia, mientras continúan haciendo una vida relativamente normal y “preparándose para la vuelta a casa”.
