La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) denunció este martes que la suspensión de la segunda dosis de AstraZeneca dentro del proceso de vacunación contra la Covid-19 está dejando desprotegidos a los 23.000 empleados de prisiones, de los cuales unos 7.000 ni siquiera han recibido el primer pinchazo.
Posteriores modificaciones del plan de vacunación no han solucionado el problema y estos trabajadores siguen sin vacunar y viendo cómo otros compañeros que trabajan en las mismas condiciones sí lo estánCSIF criticó esta situación coincidiendo con que Instituciones Penitenciarias ha comenzado ya a vacunar a los presos que se encuentran en las cárceles españolas.
Según este sindicato, supone un “incumplimiento del protocolo de vacunación” que el Ministerio del Interior haya dejado de inmunizar a los funcionarios de prisiones. Esto se ha producido tras la decisión del Consejo Interterritorial de Salud de retrasar la segunda dosis de AstraZeneca para realizar un estudio sobre si es seguro completar la vacunación con el antídoto de otra farmacéutica.
A este respecto, el CSIF criticó que “con la suspensión ordenada por las autoridades sanitarias de la vacunación con AstraZeneca miles de trabajadores penitenciarios quedaron sin vacunar siquiera con la primera dosis”.
RIESGO POR LAS VISITAS
Esta organización de funcionarios, que es la mayoritaria entre la plantilla del Ministerio del Interior, añadió que “posteriores modificaciones del plan de vacunación no han solucionado el problema y estos trabajadores siguen sin vacunar y viendo cómo otros compañeros que trabajan en las mismas condiciones sí lo están”.
CSIF recordó que “el colectivo de Instituciones Penitenciarias fue encuadrado en el protocolo de vacunación dentro del grupo '3B', junto al personal de salud pública, personal sanitario y sociosanitario de diferentes ámbitos, fisioterapeutas o profesionales de oficinas de farmacia”.
Ante esta situación, este sindicato ha trasladado una queja a los responsables de prisiones y estudia acciones jurídicas, respondiendo así “al malestar de una plantilla de profesionales que se siente desamparada por sus superiores”.
Además, CSIF resaltó que se da la circunstancia de que con el fin del estado de alarma es previsible que Instituciones Penitenciarias proceda a la vuelta a la normalidad, abriendo de nuevo las comunicaciones con el exterior (visitas y vis a vis), en casi todas las prisiones de España, lo que sin duda va a incrementar el riesgo de contagio para los trabajadores y sus familias.