Un hombre ha aceptado una pena de cuatro años de prisión por abusar en 2020 de una menor, que tuvo que ser rescatada de un motel y que era la hija de la que por entonces era su pareja.
Fiscalía solicitaba inicialmente seis años de prisión por dos delitos de agresión sexual, la pena de libertad vigilada por tiempo de dos años y pena de alejamiento de la víctima, su domicilio o lugar de trabajo a una distancia de 300 metros durante ocho años.
En el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Ourense este miércoles, la pena inicial se ha rebajado a cuatro años, dos por cada uno de los delitos, y el acusado lo ha aceptado.
Los hechos se remontan a abril del año pasado, cuando el acusado, mayor de edad y sin antecedentes penales, convivía con la madre de la víctima con quien mantenía una relación sentimental desde hacía 10 años.
Así, mientras estaba con la menor a solas en la vivienda le propuso bajar al garaje con el pretexto de arreglar la calefacción del coche, una vez allí le dijo que la quería mucho y le propuso compartir cocaína para, seguidamente, "con ánimo de satisfacer sus deseos sexuales", según recoge el escrito fiscal, le pidió que se sentase en sus rodillas comenzando a tocarle las piernas hasta rozar el glúteo.
La menor manifestó su deseo de marcharse y cesaron los tocamientos. Tres meses más tarde el acusado le propuso a la menor tomar algo para hablar del carné de moto que se estaba sacando.
La menor accedió y se subió al vehículo de la pareja sentimental de su madre. Tras ello, la desplazó hasta un motel manifestándole que "no le pasaría nada, que solo iban a hablar".
En la habitación, según recoge el escrito fiscal, la menor le dijo que le dolía el cuello y él se ofreció para darle un masaje. Guiado por el ánimo de satisfacer sus deseos sexuales le pidió que se sacase la camiseta y el pantalón y se tumbase boca abajo en la cama, mientras él se quedaba en calzoncillos y le realizaba tocamientos.
La menor, que no había prestado su consentimiento a tales actos, asustada, aprovechó que tenía el móvil en la mano y mandó mensajes de WhatsApp en los que alertó a un amigo de lo que estaba pasando, con la ubicación incluida.
El amigo llamó a la Guardia Civil, que se personó en el motel y los encontró. El acusado ha admitido los hechos y ha aceptado la condena de prisión con la reducción a cuatro años.
Además tendrá que abonar a la menor 6.000 euros por el daño moral causado ya que sufrió alteraciones de sueño a consecuencia de los hechos.