El calentamiento de la atmósfera y los océanos, la disminución de los volúmenes de nieve y hielo y la elevación del nivel del mar advertidos por el último Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) ha encendido todas las alarmas. Los fenómenos meteorológicos extremos observados desde 1950 en todo el mundo asociados por el cambio climático son más frecuentes e intensos en la actualidad y afectan muy especialmente al litoral, “un sistema frágil, dinámico y complejo sometido a numerosas presiones por parte del ser humano que comprometen su sostenibilidad a medio-largo plazo”.
“Siete de cada diez gaditanos tienes su residencia habitual en municipios bañados por el mar”, apunta Pablo Quero, técnico de la Agencia Provincial de la Energía, dependiente de la Diputación y uno de los responsables del Programa de Gestión Costera de la Provincia de Cádiz, proyecto financiado por la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica para hacer frente a las consecuencias de la amenaza global integrando la adaptación en la gestión y planificación de las 17 localidades litorales que concentran gran diversidad de especies, hábitats y ecosistemas y acogen sectores de relevante peso económico como el turismo, la construcción naval o el tráfico portuario.
De acuerdo al Informe Cambio Climático en la Costa Española, elaborado por el Instituto de Hidráulica Ambiental de Cantabria en el año 2014, la zona del Estrecho y la franja litoral atlántica de la provincia muestran subidas del nivel del mar de entre 0,45 y 0,65 metros en los escenarios de medio-bajo y alto de riesgo proyectados hasta 2100; en el caso de la desembocadura del Guadalquivir, la subidas son ligeramente superiores, con entre 0,62 y 0,80 metros. La erosión costera vinculada supondrá retrocesos en la línea de costa que, en el Golfo de Cádiz, para el horizonte 2040, estaría en torno a los dos metros, mientras que en Campo de Gibraltar, los valores estimados se aproximan a los 1,5 metros.
Los estudios advierten igualmente de la afección de la erosión en los microacantilados entre Chipiona y Punta Candor, o en Costa Ballena, con tasas de un metro al año, que está ocasionando daños a las viviendas construidas en primera línea. La playa de Caños de Meca, con un retroceso anual de hasta dos metros, o Valdelagrana, con hasta 20, presentan una situación acuciante.
Entre otros riesgos del cambio climático en la provincia de Cádiz, se apuntan alteraciones en los patrones de precipitaciones y periodos de sequía más largos y frecuentes, así como inundaciones en zonas costeras temporales que, junto a la sobreexplotación, favorecerán la intrusión salina en acuíferos.
Y el aumento de la temperatura del agua, ya en valores suficientemente elevados como para incidir en el litoral gaditano, favorece el afloramiento de medusas o algas, entre otras especies invasoras, que condicionan la actividad pesquera el marisqueo y el turismo.
Precisamente una de las 27 medidas puestas en marcha ya de las 57 que contiene el Programa de Gestión Costera de la Provincia de Cádiz consiste en la elaboración de un protocolo de actuación para las localidades para la retirada, gestión y advertencia a la población de la presencia de medusas. “También se ha creado un foro específico para abordar la respuesta a la presencia del alga invasora”, explica Pablo Quero, quien detalla que se ha avanzado mucho en medidas vinculadas a la información y el conocimiento, la educación y la comunicación, pero la razón de ser del proyecto impulsado por la Diputación es impulsar iniciativas para la coordinación, cooperación y la asistencia municipal.
Entre la batería de propuestas que se puso sobre la mesa y se están ejecutando, el portavoz de la Agencia Provincial de la Energía destaca el Pacto por la Sostenibilidad de la Costa Gaditana. “A lo largo de las sesiones de trabajo” para la elaboración del programa, “y de las entrevistas mantenidas, uno de los asuntos que más ha salido a la luz es la necesidad de fomentar y mejorar las vías de comunicación y coordinación entre las administraciones que gestionan el espacio litoral”, según la descripción técnica de la medida. “Los municipios en concreto demandan más foros de encuentro en los que discutir sobre problemas comunes y buscar soluciones conjuntas”, añade. “El pacto es un instrumento válido para la comunicación, la coordinación interadministrativa, el debate y la transferencia de conocimiento de los centros específicos tecnológicos”, como la Universidad de Cádiz o el Campus de Excelencia Internacional del Mar Ceimar. Vinculada a esta propuesta, Diputación ofrece asistencia a los municipios para la elaboración de planes de emergencia ante contaminación por vertidos o, como medida a medio plazo, la elaboración de planes de emergencia ante el riesgo de tsunamis.
El urbanismo cobra protagonismo en este bloque. Por un lado, la institución provinvial presta asistencia técnica para la redacción de instrumentos de planteamiento que afecten a zonas de servidumbre de protección zona de influencia, asesoramiento para la incorporación del componente cambio climático en la elaboración de sus instrumentos de planteamiento urbanístico y la reactivación de las comisiones interdepartamentales sobre la ordenación y la gestión del litoral en las provincias andaluzas que disponen de Dominio Público Marítimo-Terrestre (DPMT) y de participación en la ordenación y gestión del litoral a nivel autonómico.
Quero se ha mostrado satisfecho por la implicación institucional y por el buen resultado de las medidas llevadas a cabo, con el interés de centros educativos en los contenidos elaborados para concienciar, los estudios de carga llevados a cabo en las playas de La Ballena (Rota), La Barrosa (Chiclana), Zahora (Barbate), Los Lances (Tarifa) y Sobrevela (La Línea), las investigaciones sobre la presencia de mosquitos que pueden transmitir enfermedades como el virus del Nilo o las iniciativas para la mejora de la conservación de especies en peligro como el chorlitejo patinegro. “Ahora se han alineado las 57 medidas con un total de trece de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, manifestándose como una herramienta de gran valor para contribuir a alcanzar el equilibrio social, económico y ambiental en la provincia de Cádiz y, a su vez, globalmente”, concluye.
La FEMP premia la iniciativa
La Red de Ciudades por el Clima de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) otorgó en mayo el premio Buena Práctica por el Clima a la Diputación por el Programa para la Gestión Costera de la Provincia de Cádiz. El responsable del Área de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Mario Fernández, apuntó sobre la iniciativa, seleccionada entre 91 propuestas, “que es un claro ejemplo de cogobernanza fruto de la colaboración de distintas administraciones y agentes implicados en la gestión del litoral”.