La asociación LGBTIQ Delta Sierra de Cádiz llevó a cabo el pasado domingo en la fuente conocida como ‘La Cibelita’ un acto reivindicativo para expresar su malestar por las últimas agresiones por discriminación sexual y odio. Desde el colectivo, Gabriel Marín leyó un manifiesto que recordaba cómo a principios de julio de 2021, entidades LGTBIQ de todo el país se concentraron en cientos de localidades horrorizadas ante el asesinato del joven Samuel Luiz, en A Coruña, en un delito que la organización califica de odio.
“Pocos imaginaban que ese deleznable acto de violencia sería el inicio de una sucesión de agresiones y violencias a personas LGTBIQ que hemos conocido durante estos meses, a las que habría que sumar las agresiones que no se han denunciado o que habiéndolo sido, las víctimas no han querido darle difusión”, señala Delta. “Este incremento obedece a diversos factores, donde la polarización política y social no es ajena. Además, la legitimación de la gaifobia, la lesbofobia, la homofobia, la bifobia, la transfobia y la interfobia desde medios de comunicación, partidos, confesiones religiosas y grupos sociales organizados, amparados en el derecho constitucional de la libertad de expresión, también ha jugado un papel importante. Las personas LGTBIQ de nuestro país estamos viviendo con verdadera angustia esta escalada de violencia hacia nuestras personas y nuestras familias”.
La asociación Delta no cree que estos delitos tengan “una respuesta contundente por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado ni por parte de los operadores jurídicos”, como, asegura, se pudo observar en la “titubeante” investigación del asesinato de Samuel Luiz. Desprotección Delta sostiene que hay un sentimiento de desprotección que impide a las personas LGTBIQ y a sus familias el ejercicio de los derechos humanos y constitucionales: “con terror no hay libertad”.
En el manifiesto también mostró su apoyo y solidaridad a todas las víctimas y a sus familias, “que necesitan apoyo y acompañamiento para superar los traumas que producen este tipo de violencias”. Las entidades LGTBIQ vuelve a denunciar que la violencia hacia estas personas es estructural en nuestro país, y que las agresiones y atentados están provocando el terror entre las mismas y, por consiguiente, está suponiendo un recorte real en el ejercicio de sus derechos fundamentales, repara el manifiesto. En este sentido, reclama que los partidos políticos renuncien a “una estrategia torticera de ideologización de los derechos humanos como los que afectan a las personas LGTBIQ y sus familias, acelerando la aprobación de leyes, reglamentos y normas para su protección efectiva”.
Como también pide un esfuerzo a los operadores jurídicos para comprender la figura del delito de odio. Y a los medios, “que no den cobertura, por interés ideológico o económico, a aquellas personas y organizaciones que hacen apología de la violencia hacia las personas LGTBI, amparándose en un falso derecho a la libertad de expresión”. Apoyo institucional El acto contó con la presencia del alcalde de Arcos, Isidoro Gambín, y su delegada de Igualdad, Saray Soria, junto a los responsables de la asociación Delta Sierra de Cádiz.
