Después de un día tórrido, la última gran noche de conciertos de Etnosur era esperada con impaciencia por los miles de fans del festival congregados en Alcalá. Y tras la excelente tarde de circo, con el espectáculo White Bottom a cargo de Ramiro Vergaz, presentado por Abraham Arzate, la llegada del fresquito prometía una velada para el recuerdo, con el flamenco como protagonista.
La espita la abría la producción propia de Etnosur para este 2022, African Flamenco G´Nawa, un espectáculo de fusión de tres artistas como Pepe Bao, Jbara y Sidy Samb, acompañados por grandes músicos, apuesta de una música sin fronteras, en la que aparecieron estilos como el flamenco, g’nawa, afro, funk, jazz, música tradicional senegalesa y blues, que no dejó indiferente a nadie y que también contó con presencia de la ardiente malabarista Nazareth, la Niña de Fuego.
Pasada la medianoche llegaba uno de los platos fuertes de esta edición: Fuel Fandango. Formado por la cantante cordobesa Nita y el productor Ale Acosta, es uno de los grupos españoles con mayor proyección mundial. Con una identidad propia y un sonido único, fusionaron estilos musicales tan variados como el funk, la electrónica y el flamenco o la copla.
Más entrada la madrugada, turno para La Plazuela, formación integrada por los granadinos Manuel Hidalgo Sierra y Luis Abril Martín. Este dúo volvió a construir un repertorio que viaja desde el rock andaluz al flamenco electrónico sin cambiar de canción. La fusión en La Plazuela es orgánica y no impostada; no se limitan a añadir pinceladas ornamentales a sus temas, componen desde la convicción de que pueden hacer lo que quieran, porque todo les sale bien.
Este domingo, Etnosur 2022 se despide con sus últimas propuestas para esta edición, entre las que destacan el documental “Pa´trás ni´patomar impulso”, de Lupe Pérez, en el teatro Martínez Montañés; el Aula de Literatura, con Paco Salas y su “Confinati con tomati”, o la gran sesión final de djs, con Pierrot, Zingabeat e invitados.
