El macroproyecto para producir 15.000 toneladas de seriola y corvina al año en el mar de Alborán frente al litoral de Almería con una inversión estimada de 250 millones de euros ha entrado en trámite ambiental.
La Junta somete a información pública hasta el 6 de febrero una de las instalaciones que contempla el proyecto de cultivos marinos que promueve Ocean Aquaculture Canarias (OAC) con una creación estimada de más de 200 empleos directos.
En concreto, se está tramitando la obtención de la autorización de ocupación del dominio público marítimo-terrestre y de la autorización ambiental para las jaulas de engorde. El proyecto conlleva, asimismo, la construcción de un criadero de alevines para suministrar a las jaulas en Carboneras, y una sala de procesado para congelar el producto y venderlo al mercado europeo, así como el uso de barcos de transporte de alimentos de peces de más de 50 metros.
El grupo inversor proviene de fondos internacionales fundamentalmente ubicados en Alemania, Holanda y Noruega, con experiencia en el desarrollo del offshore a nivel mundial tanto en gas como en petróleo o, en este caso, de acuicultura" y dispone "ya" de los fondos necesarios para ejecutar el proyecto, que "no depende de ninguna subvención".
Según consta en la documentación, consultada por Europa Press, el proyecto incluye otras dos instalaciones en tierra que son el centro de reproducción para abastecer con entre cinco y seis millones de alevines de seriola al año a las jaulas de engorde en alta mar en Carboneras y la planta de procesado.
No obstante, el trámite para la obtención de autorización por parte de la Junta andaluza se ciñe en este procedimiento a las jaulas flotantes ancladas de forma permanente al fondo, que abarcarán una superficie total de 324 hectáreas, y alcanzarán un fondo de hasta 172 metros para el cultivo de seriola (o lecha) y, de forma secundaria y de acuerdo a la demanda del mercado, corvina.
La instalación de las cuatro jaulas con un volumen de 500.000 metros cúbicos requerirá una inversión de más de 81 millones de euros y se proyecta a 5,9 millas náuticas de Almerimar tras descartar otras ubicaciones "por el importante grado de afección sobre algunos caladeros de pesca" y su cercanía a "zonas de tráfico marítimo".
El promotor recoge en su evaluación de impacto ambiental que la alternativa elegida sí permite los usos y actividades pesqueras que actualmente se dan en ese frente litoral, pero admite que se sitúa en la Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) 'Bahía de Almería' y sobre el LIC Sur de Almería-Seco de los Olivos.
Sostiene, sin embargo, que el "impacto" de la actividad acuícola sería "compatible" con la conservación de ambos hábitats naturales protegidos y afirma que, en las reunión mantenida con la Junta andaluza, se le trasladó que es zona recomendada "por la administración" para instalar "jaulas flotantes de engorde y el desarrollo de la acuicultura offshore".
La documentación detalla que la presencia "importante" del delfín mular hace que este área se declare LIC 'Sur de Almería-Seco de los Olivos', como también la tortuga boba, especie prioritaria en su conservación y amenazada en el Mediterráneo.
Alude, asimismo, a fanerógamas marinas como la Posidonia oceánica, la Zostera o la Cymodocea y comunidades de algas, si bien asegura que la instalación se ubicará "por encima de su rango de distribución teórico".
Con respecto a la ZEPA 'Bahía de Almería', detalla la presencia de la Pardela balear, especie amenazada a nivel mundial; la Gaviota picofina, en un estado de "conservación desfavorable" en Europa; la Gaviota de Audouin, catalogada en España como "vulnerable"; el Charrán común, también en estado de conservación "desfavorable" como el Charrancito común.
"Es importante destacar que estas cinco especies se encuentran recogidos en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y, además, la pardela balear y la gaviota de Audouin aparecen en el Catálogo Español de Especies Amenazadas (CEEA) bajo la categoría de en peligro de extinción (EN) la primera y vulnerable (VU) la segunda", indica el promotor en la EIA presentada, que desgrana hasta una quincena más de aves por lo que esta zona está protegida.
La empresa OAC concluye que, con medidas preventivas y correctoras, el proyecto sería compatible medioambientalmente ya que la "tecnología utilizada, sin cimentaciones fijas y con las líneas de fondeo tendidas directamente sobre fondo marino" haría que los "impactos sobre elementos físicos y biológicos sean mínimos".
En su presentación hace un año en la Universidad de Almería, los promotores defendieron que la acuicultura oceánica se enmarca "en la política de crecimiento azul de la Unión Europea", y que "compite muy poco con otros usos de la costa como el turismo o la pesca, porque se ubica a más de seis o siete millas".
A nivel medioambiental, indicaron que impacta "mucho menos" porque a las profundidades donde se instalan esas granjas "el tema de residuos de los peces se diluye más rápidamente, no llega a la costa y además queda muy diluido".