Un tuit inocente y sencillo, pero que ha dado muy de hablar. Dos fotos muy distintas y un texto muy breve: "Mi oficina antes vs mi oficina ahora. Algunos lo considerarán como un fracaso. Yo lo considero un triunfo".
Es la publicación en X (antes Twitter) de una joven llamada Mercedes Egea, que cuenta con poco más de 700 seguidores, pero que se ha hecho viral, con más de 1,8 millones de visualizaciones. En la fotografía de la izquierda se ven las famosas cuatro torres del Paseo de la Castellana de Madrid. En la imagen de la derecha, una vista de Abrucena, un municipio rural en Almería.
Mi oficina antes vs mi oficina ahora
— mercedesegea (@mercedesegea) December 4, 2023
Algunos lo considerarán como un fracaso
Yo lo considero un triunfo pic.twitter.com/KIio49iSAQ
En 425 comentarios, opiniones de todos los gustos. Pero gustar, lo que se dice gustar, ha encantado la publicación, que suma más de 21.000 reacciones.
La joven, que se presenta en la red social como "emprendedora viviendo en el mundo rural", se muestra como defensora absoluta en sus tuits de su nuevo estilo de vida. Y nos hace pensar. Un ejemplo: "De nada nos sirve presumir de un país con excelentes playas y buen clima para tirarnos la mayor parte de nuestras horas, días y años en una jungla de asfalto. La muerte de nuestro carácter y calidad de vida mediterránea ha empezado por ahí".
Y es que ella parece tener muy claro que vivir en la "España vaciada" es un lujo del que no quiere prescindir.
A día de hoy, sé que se me han cerrado muchas puertas profesionales por querer trabajar en remoto, y más aún, desde la España Vaciada.
— mercedesegea (@mercedesegea) December 6, 2023
Por eso he tomado el camino del emprendimiento, porque vivir y trabajar desde donde quiero no es negociable.
Para ella vivir en este pueblo de Almería es "calidad de vida".
Lo que me agrada de las reacciones del post de ayer es ver cómo más gente renuncia a lo que se supone que es triunfar en la vida a cambio de una mejor calidad de vida.
— mercedesegea (@mercedesegea) December 5, 2023
Cierto, no se trata de romantizar la vida en los pueblos, pero tampoco de romantizar la vida en las ciudades.