Algo más de 2,2 millones de personas en Andalucía, el 26,3 por ciento de la población andaluza, se encuentran en situación de exclusión social, y de ellas la mitad, 1,1 millones, en exclusión severa, según ha advertido Cáritas, que ha pedido políticas urgentes que reviertan esa situación.
Cáritas regional de Andalucía ha presentado este jueves su informe "Exclusión y desarrollo social" en Andalucía, documento basado en una encuesta efectuada en 616 hogares y a 1.500 personas -el trabajo de campo ha llamado a la puerta de algo más de 2.400 hogares-, que concluye que solo el 42 por ciento de los hogares andaluces "participan con normalidad en la sociedad" frente al 49,3 por ciento que lo hacía en 2018.
El informe, referido al año 2021, refleja los efectos socio-económicos que ha tenido en la sociedad andaluza el impacto de la crisis sanitaria del coronavirus y sitúa a ese año en el peor desde que este informe se efectúa exceptuando 2014, pico de los resultados negativos de la crisis económica.
Cáritas también ha detectado que en Andalucía hay 475.000 personas que sufren falta de acceso a medicamentos o tratamientos médicos por problemas económicos y que algo más de 400.000 familias quedan en situación de pobreza severa una vez que efectúan el pago de la hipoteca o el alquiler de la vivienda.
Ante esta situación, el presidente de Cáritas de Andalucía, Mariano Pérez de Ayala, ha pedido en conferencia de prensa que los servicios sociales públicos "dejen de ser los grandes olvidados" y que esos servicios sociales deben estar "al mismo nivel que la Educación y la Sanidad" en la región para afrontar una situación social pospandémica que otro responsables de Cáritas han comparado con "el Titanic" o con un "tsunami".
Igualmente ha solicitado el mantenimiento permanente de las medidas extraordinarias adoptadas para paliar los efectos sociales de la pandemia, desde el convencimiento de que, como sucedió tras la crisis económica, las condiciones que se pierden en periodos de crisis no se recuperan en los siguientes de bonanza económica.
Pérez de Ayala ha afirmado que "en una ciudad como Sevilla hay zonas donde se atiende a las personas hasta con tres meses de espera, los profesionales se encuentran sobrepasados y solo se atienden necesidades muy básicas y en cuantías irrisorias".
También ha rechazado que las ayudas sociales a los más desfavorecidos los desincentiven en la búsqueda de empleo o de soluciones para afrontar su situación de pobreza, y ha asegurado que en 8 de cada 10 hogares afectados por pobreza o situaciones de exclusión "la activación es fuerte".
El informe señala "brechas de exclusión" como la digital, que afecta a tres de cada diez hogares andaluces y a la mitad de los que hallan en situación de exclusión, y la brecha de género ya que la exclusión afecta al 37 por ciento de los hogares cuya persona sustentadora es una mujer, frente al 22 por ciento en los que esa figura es un hombre.
Ser extranjero en Andalucía, según el informe de Cáritas, también es motivo de exclusión, puesto que ésta afecta al 72 por ciento de los hogares encabezados por un extranjero, tres veces más que la media andaluza.
Uno de cada cuatro jóvenes (menores de 30 años) está afectado en Andalucía por procesos de exclusión social, ya que según el informe la comunidad tiene una juventud "sin empleos o en empleos temporales y precarios y, por tanto, sin posibilidades de emancipación ni de sustentar una vida independiente o a una familia".