Andalucía centra el debate nacional después de que el Gobierno de Juanma Moreno anunciara el lunes que ponía punto y final al impuesto de Patrimonio, un tributo exclusivo para aquellos con propiedades por encima de los 700.000 euros. Portadas de periódicos, editoriales de radio y debates televisivos han abordado la eliminación de dicho impuesto y todas las fuerzas políticas se han pronunciado. Una de las críticas más sonadas ha sido del portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, quien ha dicho que “no vale” que la Junta deje exento de impuestos a los ricos y luego “ponga la mano a papá Estado para que compense esa pérdida de recaudación”.
Desde el Ejecutivo andaluz, la consejera de Hacienda, Carolina España, ha defendido que “no habrá recortes de los servicios públicos” y ha hecho hincapié en que el impuesto de patrimonio solo suponía un 0,6% de las arcas andaluzas. Se trata de un “impuesto obsoleto”, que solo dejaba una recaudación de 95 millones y que permitirá que “no haya fuga de capitales”, según España, que ha asegurado que de los 20 mayores contribuyentes que había en Andalucía en 2019, 10 ya no estaban en 2020 “por la presión fiscal”. Es más, la Junta invita a los empresarios catalanes a que inviertan en Andalucía.
El PSOE ha explicado que “la presión fiscal tiene que ser equivalente a la que hacen otros territorios. Si no, hablamos de ‘dumping’ fiscal y competencia a la baja” de Andalucía respecto al resto de España. Sobre ello, la Junta ha mostrado su orgullo por ser la segunda comunidad española con menor presión fiscal, solo superada por la Comunidad de Madrid, liderada por Isabel Díaz Ayuso.
También, el presidente del PP nacional, Alberto Núñez Feijóo, ha recordado que el Gobierno presidido por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero eliminó el impuesto de patrimonio. Los portavoces nacionales de Vox y Ciudadanos han respaldado la eliminación del polémico impuesto. Ambos han defendido la “potestad tributaria” de las comunidades. Mientras, el ministro de Inclusión, José Luis Escrivá, ha planteado recentralizar su gestión para evitar una competencia fiscal a la baja. Escrivá ha criticado que Andalucía siga la estela de Madrid y ve un “despropósito” que las comunidades “se dediquen a competir fiscalmente unas con otras”.
La Junta plantea más bajadas de impuestos este mandato
Pese a la polémica nacional, el Gobierno de Juanma Moreno sigue adelante con la supresión del impuesto de Patrimonio y la medida ha sido aprobada en el Consejo de Gobierno celebrado este martes en el Palacio de San Telmo. Allí, la consejera de Hacienda, Carolina España, ha asegurado que “no descarta” nuevas bajadas de impuestos durante este mandato del PP con mayoría absoluta. Ya han sido seis rebajas fiscales desde 2019 que, según la Junta, han permitido la recaudación de 1.100 millones más por el incremento de contribuyentes.
Entre los impuestos que todavía “hay margen para seguir bajando” se encuentran, según Carolina España, “los tramos autonómicos del IRPF, las transmisiones patrimoniales y los actos jurídicos documentados”.
España ha defendido que “Andalucía ha pasado de ser la décima comunidad más asfixiada por los impuestos a ser la segunda” desde que Juanma Moreno es presidente de la Junta.
Precisamente Moreno ha explicado que “bajando impuestos, se recauda más” y ha anunciado que los Presupuestos de la Junta de Andalucía para 2023 superarán los 45.000 millones de euros, lo que supone un crecimiento de unos 5.000 millones respecto a la cifra de las actuales cuentas, que son las de 2021 prorrogadas.
La ley de Presupuestos entrará en el Parlamento antes de noviembre.