Se está montando en La Isla una desconcertante campaña titulada “Somos de churros”. En el manicomio estamos bastante disgustados, porque los locos no somos de churro, sino de carne y hueso, y, en todo caso, somos más bien de pastillas y, si me apuran, también de jamón de cinco jetas. Lo que se esconde en ese logotipo debería ser motivo de una profunda reflexión, a ver si llamamos a cada cosa por su nombre, que aquí nos liamos con tanta metáfora.
No se lo van a creer, pero ha habido un certamen para comprobar y premiar los sitios donde se fríen los mejoreschurros; incluso ha estado funcionando un comité que ha estudiado el tema y se ha puesto de churros hasta aquí para llegar a la conclusión de que La Isla es la ciudad con las mejores churrerías de la provincia. Y todo según unos lectores que participaron en masa (nunca mejor dicho) en un certamen meticuloso en el que se tomó nota incluso del aceite que quedaba en los papelones. Competían por el galardón ciudades como Chiclana, Cádiz y Jerez,tres envidiosas competidoras. Pero es que después de ver las caritas del personal cuando se arrimaba un churrito a la boca, el comité no ha tenido dudas. Las caras de los cañaíllas al comerlos eran de una felicidad impresionante, mientras que las de nuestrosvecinos dejaban muchas incógnitas en el aire.
Pues bien, después de saber que somos los ganadores del certamen, aquí se han puesto nuestros cuerdos gobernantes como locosa organizar actos conmemorativos para celebrar que somos la ciudad donde se fríen los mejores churros que usted pudiera llevarse al paladar. No me extrañaría que salieran a la calle los churrerosbatiendo al compás los dos palos con los que sacan esas ruedastan cucurruítas. Al parecer, el día 6 de febrero se dará el pistoletazo de salida a esos actos, que dicen que van a durar dos años. A los churreros se les va a entregar unos delantales especiales de color blanco que llevarán el logotipo “Somos de churros”, y además se abrirá una ruta gastronómica de churrerías, en las que el visitante irá probando cada tipo de churros. No sabemos si en cada establecimiento se les proporcionará también una tanda de pastillas para la ardentía.La pena es que la historia y el origen de los churros haya que situarlo en China hace muchísimo tiempo, y sin embargo hasta ahora no hemos visto a ningún chino haciendo cola en ninguna de las numerosas churrerías que hay en La Isla. En cuanto a los ingredientes de los churros, destaca susencillez, que no se sale de la harina, el agua, el aceite y la sal, es decir, algo más simple que el mecanismo de un sonajero.Por otra parte, si alguna vez lo mandan a usted a la porra de mala manera, no debe entender que le están señalando el otro tipo que hay de churro más gordo y grasiento, sino que lo están enviando a un sitio desagradable y poco acogedor.
Finalmente, los locos sugerimos que la policía debería multar a todo aquel que diga que la ley del Solo sí es sí es un churro, porque rebaja la categoría del churro y de nuestro premio. Es más, lo suyo sería que, cuando lleguen las elecciones, los partidos políticos, en vez de regalar rosas, bolígrafos, abanicos y otras lindezas, nos regalaran papelones de churros de La Isla. Seguro que, si los regalan calentitos, les van a sobrar votos.
En fin, paisanos, nos quedan dos años de churros por un tubo sin contar el papelón de promesas de las elecciones.
