El vicesecretario de Economía del PP, Juan Bravo, ha formalizado este viernes su renuncia al escaño en el Parlamento de Andalucía para dedicarse en exclusiva al discurso y la estrategia económica del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, aunque seguirá como senador por la comunidad autónoma.
Bravo ha registrado en la Cámara andaluza su escrito de renuncia al acta de diputado por Jaén y posteriormente lo ha formalizado con el presidente del Parlamento, Jesús Aguirre.
El dirigente popular ha admitido en declaraciones a los periodistas que con su renuncia tiene "sentimientos encontrados y pena" por sus vínculos con Jaén y Andalucía, pero ha señalado que Feijóo le ha pedido una "mayor vinculación" al proyecto y a la estrategia económica del partido ante el escenario de las elecciones municipales del 28 de mayo.
"Me ha costado tomar la decisión de empezar esta nueva etapa, pero la situación requiere un mayor nivel de compromiso en el ámbito nacional", ha declarado Bravo, que ha agradecido a Moreno y Feijóo su confianza y a los grupos de la oposición y a su equipo en la Junta la colaboración mostrada.
A Juan Bravo le sustituirá como parlamentario andaluz el concejal de Alcalá la Real (Jaén), Juan Manuel Marchal.
El exconsejero andaluz de Hacienda, pieza clave del primer gobierno de coalición de Juanma Moreno en la Junta, fue uno de los fichajes destacados de Alberto Núñez Feijóo para renovar la dirección del partido cuando sustituyó a Pablo Casado, tras el congreso de Sevilla que lo convirtió líder popular a nivel nacional.
Por su parte, el coordinador general del PP, Elías Bendodo, seguirá compatibilizando por ahora su labor como coordinador en la dirección nacional de Feijóo con sus tareas de diputado andaluz.
Preguntado por si Bendodo seguirá sus pasos y dejará también el escaño en el Parlamento andaluz, Juan Bravo ha contestado que la situación y su trabajo de coordinación es "diferente" al suyo que implica la planificación económica del partido con "muchos equipos".
No obstante, ha sostenido que "se puede y se debe" trabajar para Andalucía desde Madrid, al considerar a la comunidad un "pilar fundamental" para el resto del territorio nacional, para la economía y en el ámbito social.
Bravo y Bendodo se fueron a la dirección nacional del PP y no quedaron incluidos en el Gobierno de la mayoría absoluta de Moreno, aunque consiguieron escaño en el Parlamento andaluz, que los designó senadores por la comunidad, responsabilidad que mantendrán al menos hasta las próximas elecciones generales.