La liposucción no modifica el aspecto físico, sólo modela la figura, la intervención elimina la grasa pero no estira la piel, por lo que los resultados estéticos dependerán de las características de la piel de cada paciente.
Por otro lado, no es un procedimiento para perder peso, su finalidad es eliminar los acúmulos de grasa localizados y no el sobrepeso u obesidad generalizada. Las personas que se someten a ella deben cambiar sus hábitos de vida, es decir modificar su dieta y ejercicio para asegurar la duración a largo plazo de los resultados obtenidos.
La intervención quirúrgica podrá requerir diferentes tipos de anestesia: anestesia local más sedación, anestesia epidural o anestesia general.
La elección del tipo de anestesia dependerá del volumen de grasa a extraer, del tamaño de la zona y del número de áreas del cuerpo a intervenir. La intervención suele durar de 1 a 2 horas, aunque puede variar dependiendo de la zona y de la cantidad de grasa a extraer.
Las complicaciones a corto plazo están asociadas a las características del proceso quirúrgico, así, las áreas intervenidas estarán hinchadas, con hematomas y con posible sensación de quemazón durante las semanas siguientes, sin olvidar que algunas de las liposucciones requieren anestesia general, lo que implica en sí un riesgo adicional para el paciente, también pueden darse complicaciones graves como embolia pulmonar, embolia grasa, perforación de vísceras, necrosis, rotura de vasos sanguíneos, etc, sin olvidar que algunas de las liposucciones requieren anestesia general, lo que implica en sí un riesgo adicional para el paciente. Se estima que 1 de cada 5000 pacientes sometidos a liposucción muere como consecuencia de la intervención.
La Liposucción está contraindicada en personas con problemas cardiacos, con problemas respiratorios, embarazo o lactancia, pacientes que se hayan sometido a una cirugía reciente o con problemas circulatorios en la zona a intervenir, enfermedades inmunológicas, en pacientes diabéticos, etcétera.
La decisión de someterse a una operación de cirugía estética no debe tomarse para solventar el malestar y la preocupación obsesiva por el aspecto físico, debe tomarse de forma personal y madurada, sin influencias externas (familia, amistades, medios de comunicación, publicidad, etc.).
Antes de someterse a una intervención quirúrgica de este tipo es imprescindible conocer toda la información referente a la misma, con información completa y veraz, en qué consiste, las posibles complicaciones, los efectos no deseados y los riesgos que conlleva como son el periodo de recuperación, las posibles secuelas, la necesidad de reintervenciones, etc, etc.
(Texto basado en las guías de información para la ciudadanía, editado por la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía).