Apemsa registra desconcierto por el sistema de pago

En época de cambios siempre se sufren contratiempos y desasosiego, sobre todo si se habla de un servicio de cara al ciudadano, como está ocurriendo estos días en la sede de Apemsa, en la calle Aurora. La implantación de mejoras en el servicio al cliente, con la puesta en marcha poco a poco de distintas reorganizaciones, como la forma de pago de la factura del servicio del agua, está provocando cierto desconcierto en la ciudadanía que se enfrenta a este tipo de actuaciones estos días, por lo que se forman colas debido al desconocimiento generalizado del nuevo funcionamiento así como el agobio de algunos de los trabajadores por el mismo hecho.

Así, personal de Apemsa se está encargando de ayudar estos días al ciudadano, que echa de menos la típica cola al fondo de las instalaciones, ante los cajeros antiguos, que ahora están inutilizados, pues es el personal que se encuentra en las mesas (dos de cuatro normalmente), los que se encargan del cobro de las facturas. Por lo tanto, hay quien indica al ciudadano cómo debe utilizar la nueva máquina, que ofrece todas las opciones que se pueden realizar en Apemsa, siendo la más común la de los pagos de facturas.

Ahora, por medio de pantallas se muestra con un número a quien le corresponde ser atendido por los trabajadores de Apemsa, como ocurre en muchos otros organismos, como puedan ser Correos, la OAC (Oficina de Atención al Ciudadano), el Inem y otros.

Fue el pasado 22 de marzo cuando el presidente de Apemsa y alcalde, Enrique Moresco, dio luz verde definitivamente, con la abstención de Izquierda Unida, a esta reorganización administrativa.
Este nuevo sistema de atención al cliente pretende que se reduzcan los tiempos de espera para realizar gestiones. Al igual que el ciudadano debe entender que son nuevas posibilidades que ofrecen las tecnologías, desde Apemsa también deben entender que hay mucha gente mayor que está acostumbrada al método tradicional de pago, y que ante estas “modernidades”, como lo definen, se sienten indefensas. “Con lo bien que estaba antes la cola”, explica una señora, añorando quizás el método por el que durante muchos años ha podido pagar su factura. Será el paso del tiempo el que invite a la comprensión de los ciudadanos.