Federer ha sido hasta ahora la piedra con la que ha tropezado siempre el serbio en el torneo neoyorquino. En 2007, el suizo le ganó en la final y desde aquel año se han enfrentado siempre en semifinales con triunfos para el jugador helvético.
El suizo alcanzó la penúltima ronda del Abierto de Estados Unidos por séptimo año consecutivo gracias al gran partido que realizó ante el que fue su verdugo en los cuartos de final de Roland Garros, Robin Soderling.
El número dos mundial tuvo un control absoluto del partido y desactivó el juego de Soderling. El sueco fue una sombra de sí mismo, que no logró su primer saque directo hasta el tercer set y que se vio siempre a remolque del juego que le planteaba el suizo, a quien parecían no hacer daño los golpes del quinto cabeza de serie.
Djokovic, por su parte, no tuvo ningún problema para superar a Monfils, quien sólo le plantó cara en el primer set, que se decidió en el desempate. Los otros dos sets fueron un paseo para el jugador de Belgrado, que mañana buscará su segunda final en Nueva York.
Las semifinales femeninas se completaron tras la disputa en esta décima jornada de los dos partidos de cuartos que restaban y en los que no hubo sorpresas.
La rusa Vera Zvonareva, finalista en Wimbledon, alcanzó por primera vez la penúltima ronda del Abierto de Estados Unidos, tras superar en dos sets a la estonia Kaia Kanepi, que había eliminado a la cuarta favorita Jelena Jankovic.
La primera cabeza de serie del torneo, Caroline Wozniacki fue la última en lograr la clasificación al imponerse a la revelación del torneo, la eslovaca Dominika Cibulkova por 6-2 y 7-5, en un partido en emplearse a fondo en la segunda manga.