La cofrade Esperanza Saborido 'desnuda' el cartel de Navidad
El acto sirvió para descubrir una poetisa en potencia y a una mujer cristiana y abnegada
La Parroquia de San Pedro acogió la presentación del cartel de la Navidad que cada año edita el Ayuntamiento en colaboración con la Asociación de Belenistas La Adoración. La obra fotográfica de esta edición es de Miguel González Blázquez, quien tomó una preciosa instantánea de un belén artístico de Ramón Pascual Nogales. Para la edición del cartel el Ayuntamiento ha contado con el patrocinio de la Fundación provincial de Cultura de Diputación.
La presentación corrió a cargo de Esperanza Saborido Vázquez, una joven cofrade y entregada a las tradiciones de su ciudad, quien se presentó ante una parroquia muy concurrida como una persona “humilde”: “Soy, por tanto, en este caso, pregonera y tanto no pido, pero si el que Dios esté con nosotros, pues: quien a Dios tiene, nada le falta, sólo Dios basta”.
También lanzó su particular enhorabuena a los belenistas “por potenciar la Navidad y sus tradiciones. Con esta tarea podemos decir bien alto lo de: Caminante no hay camino, se hace camino al amar”. Esperanza Saborido señaló que “Navidad es nacer, siempre. Es amor. Es esperanza. Es fe. Es alegría. Es principio de redención. Es una etapa de nuestra historia de salvación. Es encuentro con Cristo, niño. Es conversión y renovación. Es paz interior. Es vida nueva. Es camino que se abre para el tiempo y para la eternidad. Es verdad que se alimenta del Amor. Es vida que fructifica y madura, sin dejar de nacer siempre”. Así describió sus sentimientos hacia la Navidad, para continuar con un bello poema: “ Al llegar la medianoche/y romper en llanto el Niño,/las cien bestias despertaron/y el establo se hizo vivo.../y se fueron acercando/y alargaron hasta el Niño/sus cien cuellos, anhelantes/como un bosque sacudido./Bajó un buey su aliento al rostro/y se lo exhaló sin ruido,/y sus ojos fueron tiernos,/como llenos de rocío.../Una oveja lo frotaba/contra su vellón suavísimo,/y las manos le lamían,/en cuclillas, dos cabritos.../Las paredes del establo/se cubrieron sin sentirlo/de faisanes y de ocas/y de gallos y de mirlos./Los faisanes descendieron/y pasaban sobre el niño/su ancha cola de colores;/y las ocas de anchos picos/le arreglaban las pajas;/y el enjambre de los mirlos/era un vuelo palpitante/sobre el recién nacido.../Y la Virgen entre el bosque/de los cuernos, sin sentido,/agitada iba y venía/sin poder tomar al Niño./Y José sonriendo iba/acercándose en su auxilio.../¡Y era como un bosque todo/el establo conmovido!/Un niño envuelto en pañales,/reclinado en un pesebre”:/esas eran las señales/que a los pastores advierte/un Ángel que los visita/en inhóspitos lugares,/para darles la misiva/en medio de sus afanes./Llenos de gran alegría,/van corriendo hasta Belén,/donde encuentran a María/y al que acaba de nacer;/aquellas sencillas almas/son elegidas testigos,/que luego al mundo proclaman/el nacimiento del Niño./ ¡Benditas almas confiadas/y bendita sencillez,/que fueron las señaladas/para darle a conocer!/Los difíciles momentos/en que un niño va a nacer,/hacen temblar el aliento/de la más fuerte mujer;/sin embargo en esta escena/a nadie ves protestar:/la mujer está serena/y el hombre lleno de paz./Y te llama la atención/al ver este nacimiento/como inunda tu interior/un dulce recogimiento...”.
La presentadora siguió dedicando hermosas palabras, en este caso, a los pastores: “Pastores y pastoras,/ abierto está el edén. /¿No oís voces sonoras? /Jesús nació en Belén. /La luz del cielo baja, /el Cristo nació ya, /y en un nido de paja /cual pajarillo está. /El niño está friolento. /¡Oh noble buey,/arropa con tu aliento /al Niño Rey! /Los cantos y los vuelos /invaden la extensión, /y están de fiesta cielos /y tierra... y corazón/Resuenan voces puras/que cantan en tropel: /Hosanna en las alturas /al Justo de Israel! /¡Pastores, en bandada /venid, venid,/a ver la anunciada /Flor de David!..”.
Esperanza, como su propio nombre, terminó su bellísima presentación pidiendo que “vivamos la esperanza, vivamos la alegría, en estas horas dulces de feliz Navidad, pues floreció en La Tierra la auténtica verdad que llena nuestras almas de paz y de armonía...”.
El acto registró la presencia de la alcaldesa, Josefa Caro, y la presidenta de la Asociación de Belenistas La Adoración, Carmelita Temblador, y el párroco de San Pedro, Jesús Lozano, entre otros. La cita concluyó con la actuación del coro de la Asociación Beatriz Pacheco, que cantó villancicos populares tras un periodo de ensayos muy fructífero.
La presentación corrió a cargo de Esperanza Saborido Vázquez, una joven cofrade y entregada a las tradiciones de su ciudad, quien se presentó ante una parroquia muy concurrida como una persona “humilde”: “Soy, por tanto, en este caso, pregonera y tanto no pido, pero si el que Dios esté con nosotros, pues: quien a Dios tiene, nada le falta, sólo Dios basta”.
También lanzó su particular enhorabuena a los belenistas “por potenciar la Navidad y sus tradiciones. Con esta tarea podemos decir bien alto lo de: Caminante no hay camino, se hace camino al amar”. Esperanza Saborido señaló que “Navidad es nacer, siempre. Es amor. Es esperanza. Es fe. Es alegría. Es principio de redención. Es una etapa de nuestra historia de salvación. Es encuentro con Cristo, niño. Es conversión y renovación. Es paz interior. Es vida nueva. Es camino que se abre para el tiempo y para la eternidad. Es verdad que se alimenta del Amor. Es vida que fructifica y madura, sin dejar de nacer siempre”. Así describió sus sentimientos hacia la Navidad, para continuar con un bello poema: “ Al llegar la medianoche/y romper en llanto el Niño,/las cien bestias despertaron/y el establo se hizo vivo.../y se fueron acercando/y alargaron hasta el Niño/sus cien cuellos, anhelantes/como un bosque sacudido./Bajó un buey su aliento al rostro/y se lo exhaló sin ruido,/y sus ojos fueron tiernos,/como llenos de rocío.../Una oveja lo frotaba/contra su vellón suavísimo,/y las manos le lamían,/en cuclillas, dos cabritos.../Las paredes del establo/se cubrieron sin sentirlo/de faisanes y de ocas/y de gallos y de mirlos./Los faisanes descendieron/y pasaban sobre el niño/su ancha cola de colores;/y las ocas de anchos picos/le arreglaban las pajas;/y el enjambre de los mirlos/era un vuelo palpitante/sobre el recién nacido.../Y la Virgen entre el bosque/de los cuernos, sin sentido,/agitada iba y venía/sin poder tomar al Niño./Y José sonriendo iba/acercándose en su auxilio.../¡Y era como un bosque todo/el establo conmovido!/Un niño envuelto en pañales,/reclinado en un pesebre”:/esas eran las señales/que a los pastores advierte/un Ángel que los visita/en inhóspitos lugares,/para darles la misiva/en medio de sus afanes./Llenos de gran alegría,/van corriendo hasta Belén,/donde encuentran a María/y al que acaba de nacer;/aquellas sencillas almas/son elegidas testigos,/que luego al mundo proclaman/el nacimiento del Niño./ ¡Benditas almas confiadas/y bendita sencillez,/que fueron las señaladas/para darle a conocer!/Los difíciles momentos/en que un niño va a nacer,/hacen temblar el aliento/de la más fuerte mujer;/sin embargo en esta escena/a nadie ves protestar:/la mujer está serena/y el hombre lleno de paz./Y te llama la atención/al ver este nacimiento/como inunda tu interior/un dulce recogimiento...”.
La presentadora siguió dedicando hermosas palabras, en este caso, a los pastores: “Pastores y pastoras,/ abierto está el edén. /¿No oís voces sonoras? /Jesús nació en Belén. /La luz del cielo baja, /el Cristo nació ya, /y en un nido de paja /cual pajarillo está. /El niño está friolento. /¡Oh noble buey,/arropa con tu aliento /al Niño Rey! /Los cantos y los vuelos /invaden la extensión, /y están de fiesta cielos /y tierra... y corazón/Resuenan voces puras/que cantan en tropel: /Hosanna en las alturas /al Justo de Israel! /¡Pastores, en bandada /venid, venid,/a ver la anunciada /Flor de David!..”.
Esperanza, como su propio nombre, terminó su bellísima presentación pidiendo que “vivamos la esperanza, vivamos la alegría, en estas horas dulces de feliz Navidad, pues floreció en La Tierra la auténtica verdad que llena nuestras almas de paz y de armonía...”.
El acto registró la presencia de la alcaldesa, Josefa Caro, y la presidenta de la Asociación de Belenistas La Adoración, Carmelita Temblador, y el párroco de San Pedro, Jesús Lozano, entre otros. La cita concluyó con la actuación del coro de la Asociación Beatriz Pacheco, que cantó villancicos populares tras un periodo de ensayos muy fructífero.
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