En un primer momento estaba previsto que el colectivo abandonara las instalaciones el próximo 31 de diciembre para que la sociedad Emiso --formada por Isolux Corsan y Corviam y la empresa municipal Emasa-- pudiese iniciar las obras del estacionamiento subterráneo allí contemplado, a partir de principios de año. Sin embargo, Nuevas Juventudes de Trille consideró “precipitada” esta fecha y solicitó al Consistorio una moratoria para ultimar la clausura. Alegaba para ello, además, la alta probabilidad existente de que los trabajos sobre el terreno no comenzaran hasta después de la festividad de Reyes.
Tales argumentos han encontrado eco en el presidente de Emasa, José Blas Fernández, que ha autorizado a la asociación la opción de seguir con su negocio en la zona más allá del día 31, si bien sólo se cobrarán tickets. A los abonados, por lo tanto, sí se les cortará su relación contractual mensual. Y, por supuesto, el permiso concedido caducará “en cuanto tengamos que acometer las catas arqueológicas”, sostuvo el también teniente de alcaldesa.
En cualquier caso, la decisión ha sido acogida con satisfacción por el coordinador de Nuevas Juventudes de Trille, Sebastián Carrera, quien agradeció ayer la “receptividad” de Fernández y añadió que la medida acordada “nos beneficia a todos”.
No en vano, se mantiene una importante bolsa de aparcamientos en un lugar donde la demanda siempre es elevada, sobre todo, en plenas navidades.
Del mismo modo, explicó que la asociación contará con más tiempo para preparar su traslado al parking de Santa Catalina, cuya gestión le ha cedido Emasa de forma provisional hasta que arranque la ampliación del Hotel Parador Atlántico en el solar del Campo de las Balas.
Con todo, el cambio supondrá la pérdida de puestos de trabajo, dadas las menores dimensiones de este enclave. De ahí que la entidad también haya demandado al Ayuntamiento gaditano “algún tipo de alternativa” con el objeto de continuar desempeñando en la ciudad su labor de integración sociolaboral de personas con problemas.