Este jueves, ante la sorpresa de todos, el Presidente del Gobierno del Estado Español, Pedro Sánchez anunciaba la necesidad de meditar seguir ostentando el cargo político más importante que otorga el pueblo de este país o tomar las de Villadiego. El problema que le ha llevado a esta diatriba, es la investigación de su esposa en un posible caso de tráfico de influencia para la obtención de unas ayudas económicas para la empresa donde trabaja. La verdad es que cada día que pasa creo, sinceramente, que este país en concreto y el mundo en general, no merecemos la clase política que tenemos. Les invito a reflexionar, piensen que hace unos meses saltó el conocido como Caso de las Mascarillas, donde se señala directamente a un asesor de quien fuera Secretario de Organización del PSOE el señor Ábalos, escasos días después, salta la bomba en Madrid, con la acusación del novio de la Presidenta de la Comunidad Autónoma por “presunto fraude fiscal”, no ha pasado una semana, que la noticia está las subvenciones a la empresa donde trabaja la señora del Presidente del Estado, y si fuese poca cosa, prácticamente el mismo día, de quien se habla es del trabajo de la mujer del presidente del PP, Núñez Feijoo. ¿Todo al mismo tiempo?
Este cúmulo de casualidades, sólo sirve para empañar la imagen de un país, que mejora en muchos aspectos y se deteriora en otros tantos. Una clase política, que cuando se enfrente a cualquier tipo de elecciones deben de hacer multipactos de Gobierno porque el votante de este país, está resignado a tener que soportar a unos dirigentes que no saben estar a la altura de las necesidades reales del pueblo.
Y ahora que hará el señor Sánchez, ¿se irá o se quedará? Deberíamos recordar que, sólo por ser el jefe del imputado por el asunto de las mascarillas, el tal Koldo, quien fuese un importante representante del Gobierno socialista, José Luis Ábalos, ha tenido que dejar su militancia en el PSOE. Hay un dicho popular que dice que las dimisiones como otras cosas no se anuncian, se hacen o no se hacen. Miren a Xavi Hernández, el entrenador del FC Barcelona, que lleva anunciando que se iba a final de temporada hace varios meses, y ahora de pronto cambia de opinión. Pues supongo que, con el Presidente, pasará lo mismo.
Yo me pregunto si tan difícil es centrarse a gestionar un país, y dejar que los jueces hagan su trabajo sin presiones y de forma independiente; claro que para eso habría que dotarlos de los medios que adolecen en muchos casos, aunque la verdad es que país que necesitan jueces para discernir lo que está bien de lo que está mal es un país inmaduro y egoísta.
Afortunadamente la semana que viene para los barbateños, nos vamos adentrar en la Semana Gastronómica, con su Feria del Atún, lo que viene a ser la antesala de los meses de mayor generación económica para este término municipal, tan necesitado del turismo para soportar el duro invierno. Una celebración que, en lo particular, me ha dejado una huella imborrable en mi vida, donde he compartido, grandes momentos con familiares, amigos y se gestaron proyectos que desafortunadamente, poco tiempo después se frustraron. Por eso creo que al barbateño, esta semana nos va a dar igual quien sea el Presidente del Gobierno, si Cataluña vuelve a autoproclamarse como República independiente, o que cónyugue de político tiene la jeta más dura a nosotros lo único que nos importa es pasarlo bien y soñar con que el próximo año será mejor, comer el atún que antes se los llevaban los orientales y hoy podemos comerlo nosotros y que mañana sigamos teniendo capacidad económica, paciencia y salud para soportar a nuestros gobernantes.
