El tren de alta velocidad (AVE) que completa el recorrido entre Madrid y las capitales gallegas y se estrena en Asturias arranca por fin este martes después de más de tres años de retrasos en la entrega de los trenes Talgo.
Los nuevos convoyes ofrecen más plazas y prestaciones a destinos que hasta ahora no estaban conectados por la alta velocidad, como Oviedo, Gijón, Vigo, A Coruña, Santiago de Compostela, Pontevedra y Vilagarcía de Arousa.
Está previsto que haya cuatro circulaciones diarias (dos por sentido) en los enlaces con Galicia (Madrid-Vigo y Madrid-A Coruña) y otras tantas en la relación con Asturias, con prolongación hasta la Comunidad Valenciana (Gijón-Madrid y Gijón-Castellón).
El AVE a Galicia permite desde hoy que viajeros con origen y destino Vigo, A Coruña, Santiago de Compostela, Pontevedra o Vilagarcía de Arousa tengan una nueva conexión directa con Madrid en alta velocidad, que hasta ahora solo llegaba a Ourense.
Con la incorporación de estos trenes, conocidos como Avril, Renfe pasa a ofrecer más de 39.000 plazas semanales en los servicios de alta velocidad (14.000 de AVE y el resto de Alvia) que conectan Galicia y Madrid.
En Asturias, donde la llegada de los S106 supone el estreno del AVE entre el Principado y Madrid, la puesta en marcha permite reducir los tiempos de viaje en esta primera fase en doce minutos entre Oviedo y Madrid y en diez entre Gijón y la capital.
Renfe ofertará más de 21.500 plazas semanales en los servicios de alta velocidad que conectan Asturias y Madrid, de las que 14.000 serán en AVE.
La oferta de frecuencias se irá adaptando a la demanda y se rematará cuando finalicen en julio las obras en la estación Madrid-Chamartín, lo que permitirá a la operadora disponer de más 'surcos' (derechos de viaje) de alta velocidad.
Será también el momento para lanzar el servicio a esas comunidades de los AVLO, el segmento de bajo coste de Renfe.
Los trenes Avril pueden circular a 300 kilómetros por hora tanto en vías de ancho estándar o UIC como en las de ancho ibérico, una versatilidad que convierte la tecnología de Talgo en única.
"No hay ningún tren en el mundo que pueda llegar a los 300 kilómetros por hora por diferentes anchos y diferentes tensiones, lo cual habla muy bien de la tecnología de Talgo", dijo el ministro de Transporte y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, cuando hace unos días viajó de Madrid a A Coruña en un trayecto de simulación comercial.
El calendario para la entrega de los convoyes, prevista inicialmente para enero de 2021, para entrar en servicio en aquel verano, arrancó en abril después de tres años y medio de retrasos por los que Renfe reclama a Talgo una indemnización de 166 millones de euros.
De los 30 trenes S106 incluidos en el contrato que Renfe adjudicó a Talgo en 2016 por 1.281 millones, 15 son de ancho variable, que pueden circular por vía convencional y estándar.
De ellos, Renfe ha recibido doce, que prestaáan estos servicios de enlace con el noroeste de España, y los otros ocho está previsto que lleguen antes de julio.
Los 10 restantes son los que cubrirán la línea Barcelona-París, que Talgo está homologando con las autoridades francesas y que Renfe espera tener operativa antes de fin de año.
La incorporación a la flota de estos trenes permitirá a Renfe reasignar convoyes y ampliar sus servicios en nueve comunidades autónomas (Extremadura, Madrid, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Andalucía, Cataluña, la Comunidad Valenciana, La Rioja y Aragón), en las que ofrecerá más de 20.000 nuevas plazas semanales.