Fallecen seis civiles y dos soldados en el ataque a una mina de oro en la RD Congo

Seis ciudadanos chinos y dos soldados del Ejército congoleño murieron este miércoles en el ataque de un grupo rebelde a una mina de oro de propiedad china en la provincia de Ituri, en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC), informó este jueves a EFE un político local.

Además, nueve personas -algunas de nacionalidad china- están desaparecidas, tras ser secuestradas por los rebeldes que perpetraron el ataque, milicianos de la Cooperativa para el Desarrollo del Congo (Codeco).

"Los investigadores del Ejército siguen realizando controles, mientras que otros soldados persiguen a estos rebeldes", dijo a EFE Jean Pierre Bilisende Badombo, diputado provincial del territorio de Djugu, donde se produjo el suceso.

Los rebeldes mataron 'in situ' a los seis ciudadanos chinos y a dos miembros de las Fuerzas Armadas de la RDC (FARDC).

La explotación minera, de propiedad china, se encuentra en la aldea de Abombi, en Djugu, lugar que ha sido objeto de varios ataques por parte de los múltiples grupos armados que operan en la provincia de Ituri, donde abundan los minerales.

"Los chinos han instalado su explotación minera en Abombi, cerca del río de mismo nombre, porque esta zona es extremadamente rica en oro", explicó Badombo.

El pasado 23 de marzo, otro yacimiento minero chino sufrió un ataque en la aldea de Mutchatcha, también en Ituri, aquella vez cometido por el grupo armado Mai Mai.

Varias zonas de Ituri sufren desde 2022 una escalada de ataques de milicias, sobre todo por parte de Codeco, que dice representar a la comunidad lendu (agricultores) y se formó como grupo armado en 2018 para luchar contra los abusos del Ejército congoleño.

Algunas de las peores masacres de este grupo pudieron ser actos de represalia contra el rebelde Frente Popular de Autodefensa de Ituri (FPAC-Zaire), que se describe como un grupo de autodefensa para proteger a la comunidad hema (pastores) de los ataques de Codeco.

Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por las milicias y el Ejército, pese a la presencia de la misión de las Naciones Unidas en el país (Monusco).

La ausencia de alternativas y métodos de subsistencia estables ha empujado a miles de congoleños a tomar las armas y, según el Barómetro de Seguridad de Kivu (KST), el extremo oriental de la RDC es campo de batalla de más de cien grupos rebeldes.