Los productores de aceite de oliva llaman a la prudencia ante la cascada de bajadas de precio anunciadas por distintos supermercados en un momento en el que ha caído su cotización en origen, pero se mantiene la escasez de producto.
Hace unos días la empresa de distribución Mercadona comunicó una nueva rebaja en el aceite de oliva en sus lineales y, según la organización de consumidores Facua, otras cinco cadenas han seguido después los mismos pasos fijando un precio de menos de siete euros por litro.
Los precios del aceite de oliva en origen han descendido en torno a dos euros desde principios de año, cuando alcanzaron máximos históricos.
Así, el litro de virgen extra ha pasado a costar de 9 a 7 euros, según el observatorio de Infaoliva, mientras que el portal Poolred refleja actualmente un precio de 6,8 euros por litro para el aceite de oliva en su conjunto.
Ante el movimiento de los súper, el responsable del Aceite de Cooperativas Agroalimentarias de España, Rafael Sánchez de Puerta, señala a Efe que "quizás se están precipitando los acontecimientos porque todo hace presuponer que la cosecha próxima estará más dentro de la normalidad, pero solo habrá aceite nuevo disponible a partir de noviembre".
Destaca que toca gestionar el enlace entre la campaña actual y la siguiente, marcado por una "bajísima" disponibilidad de aceite, de modo que "no hay que tener prisa" a la espera de que la próxima campaña sea normal para que los precios bajen.
Reservas en mínimos
La sequía en España ha hecho que por primera vez se hayan registrado dos campañas cortas consecutivas, lo que explica la baja producción y la escalada en los precios.
La actual campaña, que comenzó el pasado octubre y acaba a finales de septiembre, ha acumulado una producción de 852.100 toneladas hasta julio, el 27 % menos que la media de las últimas cuatro y el 28 % más que la anterior, según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).
Las existencias de aceite de oliva se han situado en julio en 342.400 toneladas, su menor nivel de las últimas cinco campañas y el 44 % menos que la media de las cuatro últimas.
El responsable de Olivar de COAG, Juan Luis Ávila, da por hecho que habrá más cosecha en la próxima campaña que en la pasada, pero advierte de que "no ha llovido desde mayo y puede pasar cualquier cosa, dependiendo mucho de si llueve pronto o no lo hace en otoño".
Considera "lógico" que, conforme vayan bajando los precios del aceite en origen, "los primeros en beneficiarse sean los consumidores".
Sin embargo, critica las caídas de precio "absurdas" vividas en el pasado y el uso del producto como reclamo, ante lo cual "de alguna forma tendrá que tomar medidas el Gobierno".
Sin bajar la guardia
El responsable de Olivar y de UPA Andalucía, Cristóbal Cano, califica de "poco responsable" la actuación de los supermercados que están rebajando el precio del aceite "con ciertos aires especulativos".
"Esperamos no volver a los escenarios indeseables del pasado. Estaremos muy atentos y vigilantes para que se cumpla la ley de la cadena", afirma Cano.
A su juicio, las condiciones atmosféricas han favorecido la recuperación del cultivo, aunque el olivar "aún arrastra las secuelas de la sequía" y se necesita un "otoño normal, generoso en lluvias a partir de septiembre y temperaturas que acompañen el fruto" para mejorar una campaña que tampoco será de récord.
El sector reconoce la "fidelidad" que han mantenido los españoles con el aceite a pesar de su encarecimiento, pues el consumo interior ha remontado un 18 % respecto a la campaña 2022-2023 tras retroceder un 20 % respecto a la media de las últimas cuatro, según datos oficiales.
Sobre este asunto, Sánchez de Puerta subraya que el aceite de oliva "siempre ha sido un producto reclamo" y da la bienvenida a "todo lo que sea ayudar a vender más y facilitar el consumo", como el IVA superreducido que se le aplica desde julio (temporalmente en el 0 %), que "también está contribuyendo a la bajada de precios".