El cenizo persigue al Betis
Otro gol en el último minuto, en una muy aceptable segunda mitad, deja a Pepe Mel contra las cuerdas una vez más
Cuando se merece ganar, cuando se juegan unos excelentes 45 minutos... y se termina perdiendo resulta evidente que algo sucede. Y si encima se pierde por norma, se antoja obligado hacer un cambio de esos que nadie quiere hacer. El de inquilino del banquillo de un conjunto que ante Osasuna volvió a perder un partido en el tiempo de prolongación. Cruel castigo para un conjunto que mereció mucho más, para un entrenador que ya sí que está sentenciado. Entre otras cosas, por haberse ‘vendido’ durante el primer acto a un sistema que condenó a los suyos a jugar a remolque durante el segundo. Igual actuando todo el choque como tras el descanso, estaríamos hablando ahora de otro resultado.
La apuesta ultradefensiva por la que apostó de salida el madrileño no dio los frutos deseados. Y eso que a los seis minutos el poste de la meta de Andrés Fernández impedía que una falta sacada por Salva Sevilla significara el 0-1. La pincelada de calidad del mediapunta almeriense resultó un espejismo. Una mentira, porque jugando tan atrás, dándole toda la iniciativa al rival, se antojaba complicado perforar la meta rojilla. Pese a que los locales tocaban y tocaban sin inquietar a Casto.
Hasta que en un saque de esquina cuando el descanso no estaba demasiado lejano rompía en mil pedazos los planteamientos de Mel. Gol de Flaño (incomprensible que el central rematara tan solo con tantos defensas verdiblancos sobre el terreno de juego) y todo lo trabajado durante la semana al traste. Osasuna se marchaba a la caseta con el resultado a su favor, gracias a la lamentable imagen de un Real Betis que recordaba a esos equipos que en los 80 entrenaba Maguregui. Al menos restaban 45 minutos para que Mel se olvidara de cambios y volviera a postar por su manera de ver este deporte.
La cosa cambió en la reanudación. Por las sustituciones (Rubén Castro y Beñat) o porque Osasuna dejaba hacer... los visitantes recuperaban el espíritu que tantos réditos le ha dado con Mel en su banquillo. Cañas y Roque Santa Cruz tuvieron en sus botas el 1-1, algo que Andrés Fernández evitó con las intervenciones de la tarde. No era cuestión de lanzar las campanas al vuelo, pensar que la igualada era cuestión de tiempo... pero jugando así era mucho más sencillo marcar en el Reyno de Navarra. Faltaba, eso sí, que la suerte acompañara a unos jugadores que habían desperdiciado lamentablemente los primeros 45 minutos de juego, por el sistema y lo que no es el sistema.
Rubén Castro, que le había dado otro aire al choque, volvía a toparse con el héroe local (Andrés Fernández). Quedaban 20 minutos y el fútbol no estaba siendo justo con un elenco que ya había hecho méritos de sobra para nivelar el electrónico.A quince para el final, Pozuelo era la última apuesta verdiblanca para al menos rescatar un punto. Jugando ya con más corazón que cabeza, con el rápido discurrir de los acontecimientos y la amenaza de un Osasuna que buscaba a la contra el tanto que certificara su triunfo.
Y el gol llegó. Tuvo que ser Rubén Castro el autor del tanto que premiaba a un grupo que había merecido mucho antes el empate. Que a poco del final vio como el larguero evitaba el 1-2. Cuando el empate se antojaba un mal menor... falta muy evitable de Dorado y segundo de Osasuna. Derrota injusta cuando el Real Betis lo hizo todo en la segunda mitad para como poco puntuar. Cruel final para un conjunto que con Mel en el banquillo parece estar condenado a perder. El relevo parece ya irremediable. Cuando la suerte no acompaña, mejor tirar por la calle de enmedio para recuperarla.
FICHA TÉCNICA
OSASUNA (2): Andrés; Damià, Rubén (Lolo, 28), Flaño, Roversio (Raitala, 75); Puñal, Nekounam; Cejudo, Raúl García (Ibra, 54), Lamah; y Kike Sola. REAL BETIS (1): Casto; Isidoro, Ustaritz (Rubén Castro, 46), Dorado, Mario, Nacho; Matilla (Beñat, 54), Cañas, Salva Sevilla (Pozuelo, 75), Pereira y Santa Cruz. Goles: 1-0: Min. 39, Flaño. 1-1: Min. 80, Rubén Castro. 2-1: Min. 93, Nekouman. Árbitro: Ayza Gámez, valenciano. Amonestó a los locales Damiá, Roversio y Nekounam; y a los visitantes Nacho y Pereira.
La apuesta ultradefensiva por la que apostó de salida el madrileño no dio los frutos deseados. Y eso que a los seis minutos el poste de la meta de Andrés Fernández impedía que una falta sacada por Salva Sevilla significara el 0-1. La pincelada de calidad del mediapunta almeriense resultó un espejismo. Una mentira, porque jugando tan atrás, dándole toda la iniciativa al rival, se antojaba complicado perforar la meta rojilla. Pese a que los locales tocaban y tocaban sin inquietar a Casto.
Hasta que en un saque de esquina cuando el descanso no estaba demasiado lejano rompía en mil pedazos los planteamientos de Mel. Gol de Flaño (incomprensible que el central rematara tan solo con tantos defensas verdiblancos sobre el terreno de juego) y todo lo trabajado durante la semana al traste. Osasuna se marchaba a la caseta con el resultado a su favor, gracias a la lamentable imagen de un Real Betis que recordaba a esos equipos que en los 80 entrenaba Maguregui. Al menos restaban 45 minutos para que Mel se olvidara de cambios y volviera a postar por su manera de ver este deporte.
La cosa cambió en la reanudación. Por las sustituciones (Rubén Castro y Beñat) o porque Osasuna dejaba hacer... los visitantes recuperaban el espíritu que tantos réditos le ha dado con Mel en su banquillo. Cañas y Roque Santa Cruz tuvieron en sus botas el 1-1, algo que Andrés Fernández evitó con las intervenciones de la tarde. No era cuestión de lanzar las campanas al vuelo, pensar que la igualada era cuestión de tiempo... pero jugando así era mucho más sencillo marcar en el Reyno de Navarra. Faltaba, eso sí, que la suerte acompañara a unos jugadores que habían desperdiciado lamentablemente los primeros 45 minutos de juego, por el sistema y lo que no es el sistema.
Rubén Castro, que le había dado otro aire al choque, volvía a toparse con el héroe local (Andrés Fernández). Quedaban 20 minutos y el fútbol no estaba siendo justo con un elenco que ya había hecho méritos de sobra para nivelar el electrónico.A quince para el final, Pozuelo era la última apuesta verdiblanca para al menos rescatar un punto. Jugando ya con más corazón que cabeza, con el rápido discurrir de los acontecimientos y la amenaza de un Osasuna que buscaba a la contra el tanto que certificara su triunfo.
Y el gol llegó. Tuvo que ser Rubén Castro el autor del tanto que premiaba a un grupo que había merecido mucho antes el empate. Que a poco del final vio como el larguero evitaba el 1-2. Cuando el empate se antojaba un mal menor... falta muy evitable de Dorado y segundo de Osasuna. Derrota injusta cuando el Real Betis lo hizo todo en la segunda mitad para como poco puntuar. Cruel final para un conjunto que con Mel en el banquillo parece estar condenado a perder. El relevo parece ya irremediable. Cuando la suerte no acompaña, mejor tirar por la calle de enmedio para recuperarla.
FICHA TÉCNICA
OSASUNA (2): Andrés; Damià, Rubén (Lolo, 28), Flaño, Roversio (Raitala, 75); Puñal, Nekounam; Cejudo, Raúl García (Ibra, 54), Lamah; y Kike Sola. REAL BETIS (1): Casto; Isidoro, Ustaritz (Rubén Castro, 46), Dorado, Mario, Nacho; Matilla (Beñat, 54), Cañas, Salva Sevilla (Pozuelo, 75), Pereira y Santa Cruz. Goles: 1-0: Min. 39, Flaño. 1-1: Min. 80, Rubén Castro. 2-1: Min. 93, Nekouman. Árbitro: Ayza Gámez, valenciano. Amonestó a los locales Damiá, Roversio y Nekounam; y a los visitantes Nacho y Pereira.
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