La fachada de la finca de Las Quemadillas, en Córdoba, propiedad de los abuelos paternos de Ruth y José y en donde se ha centrado gran parte de la investigación policial, ha sido objeto de numerosas pintadas contra José Bretón y su familia, y que se han incrementado desde que se han hecho públicos los dos informes que concluyen que los restos óseos encontrados en la hoguera de la parcela son de humanos.
De este modo, parte de la opinión pública cordobesa ya juzga a Bretón y pide: 'Que nos lo dejen al pueblo' y lo califican de "monstruo"; de igual forma que a la familia paterna la acusan públicamente de "cómplices" en este caso, tras las supuestas contradicciones en sus declaraciones ante el juez, José Luis Rodríguez Lainz.
En esta línea han ido todos los calificativos e insultos que, aunque comenzaron hace semanas, han llegado en los últimos días hasta el domicilio de los abuelos paternos de Ruth y José, donde se puede leer, también en la fachada, "Hijo asesino".
Igualmente, algunas de las pintadas han aludido a una de las misivas enviadas por Bretón desde el Centro Penitenciario de Alcolea (Córdoba). En una de ellas, que han realizado justo encima de un dibujo con las caras de los dos niños, han escrito "Papito asesino".
Mientras tanto, las labores en la finca para recabar elementos y pruebas que esclarezcan datos en torno a la hoguera, tras los resultados de los dos informes de expertos independientes en los últimos días, que concluyen que los restos óseos hallados en la hoguera serían de niños han concluido pasadas las 11,00 horas de este martes, sin que se haya interrogado a José Bretón, el padre de Ruth y José, quien "no admite su culpabilidad y ve una aberración que se diga que sus hijos han sido quemados en la hoguera", según le ha dicho a su abogado, José María Sánchez de Puerta.