Micropolítica en el casco antiguo

El Ayuntamiento ha logrado que la empresa concesionaria del transporte público ponga en marcha un microbús para el servicio del casco antiguo, una buena noticia porque es una demanda vecinal atendida. En esta línea hay que continuar porque el microbús es la única opción para que este tipo de transporte se mueva por lugares como la maltratada zona sur y el entorno de la Catedral que estamos obligados a preservar. En relación con el casco antiguo hay dos tipos de necesidades diferenciadas: la inversión permanente que deberían realizar las administraciones para mejorar una zona que con el paso del tiempo se ha deteriorado y que en algunos casos por desgracia es irrecuperable, y las actuaciones de micropolítica que están al alcance del Ayuntamiento, como la mejora del servicio de autobuses, aunque hay otras necesidades a las que se debe prestar toda la atención, como los continuos cortes de suministro eléctrico sin que hayan sido atendidas las demandas que en este caso han planteado en el barrio de La Magdalena, que pretende que el Consistorio o Endesa tomen cartas en el asunto porque la situación es tercermundista. Y por supuesto están todas las reivindicaciones que habitualmente y por los cauces establecidos plantean las asociaciones de vecinos que son las que mejor conocen el estado del casco antiguo, cuyos problemas se resumen en dos: dejadez y abandono.  El anuncio para crear comisiones ha sido un fracaso y claro, como los habitantes de esas zonas no han sido conflictivos ni han creado problemas, las soluciones se han ido aparcando. Pero ya va siendo hora de que le echen cuentas.