Comisiones de la Cámara de Diputados de México aprobaron hoy el dictamen que faculta al Gobierno a absorber una parte del pasivo laboral de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para fortalecerlas y ayudar a su "óptimo funcionamiento".
Además, el dictamen aprobado por las comisiones unidas de Energía y de Presupuesto y Cuenta Pública regula el destino de los recursos que ingresen al Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo, derivados de la exploración y extracción de hidrocarburos.
Las comisiones avalaron la iniciativa que envió el Ejecutivo para reformar las leyes Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y la General de Deuda Pública, como parte de la legislación secundaria de la reforma energética promulgada en 2013.
La discusión en lo particular será en el pleno de la Cámara baja en el período extraordinario de sesiones que se inicia el 28 de julio, señaló el órgano legislativo en un boletín.
El gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), su aliado el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y el conservador Acción nacional (PAN) votaron en favor del dictamen porque, indicaron, se garantiza un manejo eficiente de los recursos petroleros.
Argumentaron también que se fortalece el esquema de manejo de riesgos de las entidades federativas, y se regulan las transferencias extraordinarias del Fondo Mexicano del Petróleo.
En tanto, legisladores de los izquierdistas Partido de la Revolución Democrática (PRD), Movimiento Ciudadano y Partido del Trabajo (PT) se pronunciaron en contra al considerar que se desplaza a las empresas del sector energético y se les condena al fracaso.
Se pretende convertir en deuda pública los pasivos de Pemex para ir hacia su virtual liquidación, y "con la reforma sólo van a quedar hoyos, daño ambiental, despojo de tierras y enfermos", afirmaron.
El dictamen aprobado hoy forma parte del paquete de leyes secundarias en materia energética que serán abordadas por el pleno de la Cámara de Diputados durante el periodo extraordinario, que incluye otros cuatro dictámenes ya aprobados por el Senado.
La reforma energética es la más ambiciosa en la agenda de enmiendas constitucionales impulsadas por el Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto dado que pone fin al monopolio estatal de la explotación del gas y el petróleo por primera vez en siete décadas.