España acudirá de nuevo esta semana a los mercados con dos subastas, la primera el martes, de letras a 6 y 12 meses y la segunda el jueves, de bonos y obligaciones, coincidiendo con el nuevo "manguerazo" de liquidez del BCE, que el lunes empezará a comprar deuda de los países del euro.
Según explicó el jueves el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, la entidad prevé comprar activos por 60.000 millones de euros cada mes desde marzo hasta septiembre de 2016, aunque no descarta prolongar o ampliar este plan si la economía de la eurozona lo precisa.
Draghi se mostró convencido de la efectividad de este programa de compras, cuyo mero anuncio llevó el pasado jueves a que el euro cayera hasta 1,10 dólares, el nivel más bajo desde hace once años.
Sólo un día después de que empiecen estas compras, el Tesoro español se somete de nuevo al escrutinio del mercado con una emisión de letras a 6 y 12 meses, cuyo objetivo se conocerá el mismo lunes, y que se produce cuando ya tiene cubiertas cerca del 30 % de sus necesidades de liquidez para este año.
Dos días después, el jueves, el Tesoro emitirá bonos y obligaciones, con unos plazos y cuantías aún no desveladas.
España saldó con éxito su última subasta, el pasado jueves, que también fue de deuda a largo plazo, y en la que logró colocar 5.000 millones de euros con intereses en mínimos históricos.
De los 5.000,34 millones de euros adjudicados, el máximo previsto en el objetivo de la emisión, 1.081,35 millones se colocaron a un plazo de tres años y con un interés marginal del 0,203 %.
Otros 2.387,62 se adjudicaron a cinco años con una rentabilidad del 0,543 %, en ambos casos la más baja desde que existen registros, y los 1.531,37 millones restantes salieron en obligaciones con vencimiento en 2032 y un interés marginal del 1,941 %.
Los costes de financiación de España no han dejado de reducirse en los últimos meses: hace un año, en marzo de 2015, el Tesoro Público pagaba casi siete veces más que ahora por su deuda a tres años, y el doble que a cinco años.