El horizonte financiero y empresarial de Abengoa se nubla un poco más si cabe tras recibirse tanto en la empresa como en las sedes de sus principales bancos acreedores (Santander, HSBC y Crédit Agricole) un informe de auditoría encargado por la propia Abengoa en el marco de las exigencias de la banca para respaldar la ampliación de capital de 650 millones aprobada hace dos semanas en junta extraordinaria.
Ese informe, de tipo forensic (busca identificar fraudes, desfalcos y/o respaldar ante un juez posibles reclamaciones financieras), ha sido elaborado por KPMG y desvela necesidades adicionales de liquidez de hasta 250 millones para seguir operando hasta que, según lo previsto, el 1 de diciembre se ingresen los 650 millones de la ampliación. Es decir, sumando ambos conceptos, Abengoa necesita un rescate financiero de al menos 900 millones.
Al menos porque, junto a la ampliación, el acuerdo con esos tres bancos incluye la apertura de una línea de liquidez para circulante (pagos y obligaciones del funcionamiento diario) de 168 millones. Abengoa no confirmó ayer si, como avanzó ElConfidencial, ha solicitado ya a la banca un préstamos de 150 millones para solventar lo más urgente de esos 250 millones identificados como déficit de caja por KPMG.
Plan de acción
Abengoa señala, al hilo de esta información: “KPMG es una de las firmas contratadas por Abengoa en el contexto de la ampliación de capital y del plan de acción anunciado por la compañía. El informe referido en el artículo es uno de los varios trabajos e incluye proyecciones para diferentes escenarios y no debe ser considerado fuera del contexto de un plan de acción más ampliación”. Se da la circunstancia de que el vicepresidente segundo de Abengoa desde hace seis meses es Antonio Fornieles, socio de KPMG desde 1994 y alto cargo a nivel internacional.
Además, la firma quiere transmitir un mensaje de tranquilidad ante esta nueva señal de su falta de fondos para seguir operando, que se suma a la congelación de todos sus pagos a proveedores desde septiembre hasta primeros de diciembre, cuando reciba los fondos de la ampliación, como adelantó Viva hace una semana. “Los bancos continúan comprometidos con la ampliación de capital en el horizonte temporal planificado. La compañía está a la espera de hacer públicos sus resultados para el tercer trimestre del año antes de lanzar la operación, con lo que el proceso en su conjunto progresa adecuadamente y de acuerdo a nuestras estimaciones”, según el grupo andaluz.
En esos resultados se prevé que afloren pérdidas derivadas de la regularización de la ejecución real de determinados proyectos de construcción industrial, que han provocado números rojos netos en la filial de construcción industrial de al menos 60 millones. Deloitte, la auditora desde 2013, no detectó a junio pasado todo este tsunami financiero de la empresa.
