Cuando usted lea esta columna se encontrará en ese momento cronológico en el que se suele hacer balance de los últimos 365 días transcurridos y, a la vez, se plantean proyectos e iniciativas para desarrollar en los 365 días venideros.
Estamos entre el fin de año y el año nuevo que, aunque no sea nada más que otro momento de la organización temporal que el propio hombre se ha dado, se muestra repleta de matices psicológicos y sentimentales hasta hacerlo especial.
Quiero desear a todos los portuenses, nacidos y de adopción, lo mejor para este 2016 que va a comenzar. En primer lugar SALUD, que no solemos acordarnos de ella hasta que nos falta y hoy en día, que tanto se habla de la calidad de vida, se sitúa como el primer parámetro de dicha calidad.
En segundo lugar TRABAJO, ya que no podemos olvidar que en El Puerto se contabilizan unas 13.000 personas sin empleo. Después de sus correspondiente elecciones ni el PSOE, apoyado por Ciudadanos, en la Junta de Andalucía, ni el denominado tripartito, eufemismo que no debe ocultar a quienes lo conforman (PSOE, IU y la marca blanca de Levantemos vs PODEMOS), en el gobierno municipal han puesto en práctica los urgentes y necesarios planes de empleo que tanto pregonaron en campañas electorales.
El espíritu emprendedor se muestra como la única alternativa para la creación de empleo frente a una iniciativa pública en coma profundo. Pero quiero, y ya esto es mucho desear, que se trate de un trabajo de calidad, entendiendo por éste el que se basa en unas condiciones que dignifican tanto al que lo ejerce como al que contrata.
Y en tercer lugar, SOLIDARIDAD. La crisis que sigue acompañando a cientos de familias ha tenido como atenuante la puesta en práctica de procesos de solidaridad auspiciados, principalmente, por asociaciones y colectivos (gran labor la de Cáritas, Cruz Roja, Sol y Vida...), pero en muchas ocasiones ejercidos por vecinos, amigos y familiares. Una solidaridad que obtiene y da lo mejor de nosotros.
En definitiva, a por el 2016, y que no falte la ilusión, la esperanza y la confianza de alcanzar las metas que nos propongamos.