Tras siete largos años de investigaciones, el Juzgado de Instrucción número 2 de Almería ha dado luz verde al procesamiento de hasta 65 sospechosos de haber participado en la trama de la Operación Poniente, una presunta red de corrupción con conexiones políticas y empresariales urdida desde el Ayuntamiento de El Ejido y que pudo malversar hasta 90 millones de euros de fondos públicos. Entre los grandes señalados figura el exalcalde, Juan Enciso (primero en las filas del PP para luego fundar el PAL) y el exinterventor municipal José Alemán. La causa queda sobreseída para otros 13 investigados, cuatro de ellos por fallecimiento.
En su auto, el magistrado Jesús Miguel Hernández concluye que la red construyó su entramado alrededor de Elsur, la Empresa Mixta de Servicio Municipales en la que participaba directamente el Ayuntamiento pero también Abengoa. El procedimiento era sencillo: a través de esa sociedad o de sus subcontratas se cobraban cantidades desorbitadas con cánones inflados por servicios en muchos casos inexistentes. Ocurrió entre 2002 y 2009 y, según el juez, era una práctica “consentida” por todas las partes.
El listado de cargos es interminable: cohecho, tráfico de influencias, falsedad en documento mercantil, blanqueo de capitales, malversación de caudales públicos, delito contra la Hacienda Pública y negociaciones prohibidas a funcionarios públicos. Todos ellos fueron denunciados en su día por la Fiscalía Anticorrupción de Almería, que abrió diligencias de investigación en 2008 y destapó el escándalo un año después con la intervención del Consistorio de El Ejido y la detención de hasta 20 sospechosos, entre ellos el propio Enciso, el interventor municipal y un ramillete de empresarios.
En el caso concreto de Abengoa, que participaba como socio mayoritario en la sociedad con un 70% del accionariado, sus “connivencias” con el exalcalde y Alemán le habría reportado “enormes beneficios facturando servicios inexistentes” por valor de 16,5 millones, más otros 567.372 euros en trabajos que Elsur habría realizado para la multinacional sevillana sin facturarle ni un céntimo. Además de esos cobros por servicios inexistentes, Abengoa ingresó también en torno a 2o millones por el mantenimiento del alumbrado, zonas verdes o viarios públicos.
Beneficio familiar y cobros en especie
A la trama forjada por Enciso no le faltaba nada: creó una empresa con su mujer para facturar medio millón de euros al Ayuntamiento y en la que su cuñado era figura clave. Por si faltara poco, cobró en especie: operarios trabajaron en su finca y en la sede del PAL sin cobrarle y llegó a cargar a la sociedad municipal una noche de hotel o etiquetas de los vinos de su bodega.