El castillo y el granero
Sentado frente al gran ventanal, veía el Castillo de Aracena, de origen árabe y pasado templario, que tocaba el cielo...
Sentado frente al gran ventanal, veía el Castillo de Aracena, de origen árabe y pasado templario, que tocaba el cielo. Debajo, la gruta de las maravillas escondía los secretos del subsuelo. Por las laderas también podía ver como se derramaba el pueblo con sus más de 700 nuevos adosados, y eso era solo el ángulo de visión. En el Cabildo Viejo una frase en latín nos resumía el Renacimiento: “La verdad brotó de la tierra, y la justicia nos ha mirado desde lo alto”.
En el Hotel Aracena Park, el Señor de Andalucía esperaba con sus acólitos el inicio del mitin. Fuera, los invitados a la boda, todos con un clavel rojo en la mano, esperaban a los primeras espadas, los figuras. El Señor de Andalucía, que lloró al despedirse, como Boabdil de Granada, pensaría en ese momento las palabras de Siddharta: “El río me ha enseñado que inicio y fin, todo regresa”. En efecto el circulo concéntrico de su vida se había cerrado ya: “Escribir, es bueno; pensar es mejor, la Inteligencia es buena, la paciencia, es mejor”.
Como un Brahman, había sido este el lema de su vida. No hay escrito en sus años de liderazgo nada recordable, pero ha pensado mucho, y la paciencia ha sido su mejor virtud, dejando pasar el tiempo, sin alterarlo, ha conseguido dos ministerios y 19 años de gobierno regional sin que le soplara el aire. ¿Alguien dá más?.
A la Andalucía profunda se lo debe todo. Profunda como la Gruta de las maravillas que se esconde misteriosa bajo el túmulo. “Todos son agradecidos, aunque ellos mismos podían reclamarle gratitud. Todos son sumisos, a todos les gusta ser amigos, obedecer y pensar poco. Los hombres son como niños”.
Enrocado en aquel lugar remoto, se cerraba su círculo vital, el ‘Om’, lo perfecto, ‘La realización’; entre sus torres y su alfil, desplegaba esa tarde las piezas del juego de ajedrez. Si hay algo que sabe hacer bien, es quitarse de en medio en los momentos crudos, un auténtico genio en poner peones por delante; mientras los ha visto caer uno a uno, ha ido labrando una considerable posición. El Señor de Andalucía, puede estar orgulloso de mirar al horizonte, como el Ayur Veda y el Yoga-veda, toda su familia no es más que un círculo concéntrico: la riqueza ni se crea ni se destruye, solo se transforma.
Mientras tanto, en Madrid, el Señor de León padece de sudores frios: el sueño del populismo produce monstruos; tras las elecciones europeas, solo Andalucía y Extremadura, el granero, mantienen al socialismo y también se cierran sus círculos concéntricos, su ciclo vital: El 11-M que había sido malamente cerrado, vuelve al principio, y vuelven los fantasmas del pasado, de tanto como los ha invocado.
Podemos bien decir que el Feudalismo es el sistema político vigente en muchos lugares de España, con sus señores y sus PER. Yo sueño con una democracia directa.
La caída por la pendiente nos lleva a un país cada vez más corrupto y lo que es más grave, al avance de una extrema derecha que viene de la mano de la crisis y la demagogia. Quien siembra vientos, recoge tempestades.
En el Hotel Aracena Park, el Señor de Andalucía esperaba con sus acólitos el inicio del mitin. Fuera, los invitados a la boda, todos con un clavel rojo en la mano, esperaban a los primeras espadas, los figuras. El Señor de Andalucía, que lloró al despedirse, como Boabdil de Granada, pensaría en ese momento las palabras de Siddharta: “El río me ha enseñado que inicio y fin, todo regresa”. En efecto el circulo concéntrico de su vida se había cerrado ya: “Escribir, es bueno; pensar es mejor, la Inteligencia es buena, la paciencia, es mejor”.
Como un Brahman, había sido este el lema de su vida. No hay escrito en sus años de liderazgo nada recordable, pero ha pensado mucho, y la paciencia ha sido su mejor virtud, dejando pasar el tiempo, sin alterarlo, ha conseguido dos ministerios y 19 años de gobierno regional sin que le soplara el aire. ¿Alguien dá más?.
A la Andalucía profunda se lo debe todo. Profunda como la Gruta de las maravillas que se esconde misteriosa bajo el túmulo. “Todos son agradecidos, aunque ellos mismos podían reclamarle gratitud. Todos son sumisos, a todos les gusta ser amigos, obedecer y pensar poco. Los hombres son como niños”.
Enrocado en aquel lugar remoto, se cerraba su círculo vital, el ‘Om’, lo perfecto, ‘La realización’; entre sus torres y su alfil, desplegaba esa tarde las piezas del juego de ajedrez. Si hay algo que sabe hacer bien, es quitarse de en medio en los momentos crudos, un auténtico genio en poner peones por delante; mientras los ha visto caer uno a uno, ha ido labrando una considerable posición. El Señor de Andalucía, puede estar orgulloso de mirar al horizonte, como el Ayur Veda y el Yoga-veda, toda su familia no es más que un círculo concéntrico: la riqueza ni se crea ni se destruye, solo se transforma.
Mientras tanto, en Madrid, el Señor de León padece de sudores frios: el sueño del populismo produce monstruos; tras las elecciones europeas, solo Andalucía y Extremadura, el granero, mantienen al socialismo y también se cierran sus círculos concéntricos, su ciclo vital: El 11-M que había sido malamente cerrado, vuelve al principio, y vuelven los fantasmas del pasado, de tanto como los ha invocado.
Podemos bien decir que el Feudalismo es el sistema político vigente en muchos lugares de España, con sus señores y sus PER. Yo sueño con una democracia directa.
La caída por la pendiente nos lleva a un país cada vez más corrupto y lo que es más grave, al avance de una extrema derecha que viene de la mano de la crisis y la demagogia. Quien siembra vientos, recoge tempestades.
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